Ciencias Sociales España , Salamanca, Lunes, 28 de noviembre de 2011 a las 17:20

"La tecnología proviene de la investigación básica y ésta se hace por el placer de generar ideas nuevas"

Miguel Ángel Quintanilla Fisac, director del Instituto de Estudios de la Ciencia y la Tecnología de la Universidad de Salamanca, ha ofrecido un seminario de sensibilización hacia la creatividad científica

JPA/DICYT La Fundación General de la Universidad de Salamanca ha organizado hoy un seminario de sensibilización hacia la creatividad empresarial y científica en el marco del proyecto Creatinn, que trata de impulsar la innovación dentro del Programa de Cooperación Territorial del Espacio Sudoeste Europeo, Sudoe. Además de presentar casos de éxito en creatividad para la innovación empresarial, la jornada ha tenido como eje una conferencia de Miguel Ángel Quintanilla, director del Instituto de Estudios de la Ciencia y la Tecnología (eCyT), en la que ha defendido el valor de la creatividad para realizar investigación básica, un paso previo e imprescindible para llegar a desarrollos tecnológicos.

 

"En la actualidad en un MP3 metemos muchas horas de música de altísima fidelidad, pero no fue posible desarrollarlo hasta que no se descubrieron propiedades de la materia en los campos más avanzados de la Física, como los semiconductores o los circuitos integrados. Esto se produjo en los años 40 como consecuencia de la creatividad científica, pero nadie inventó el transistor pensando en sus aplicaciones, se inventó pensando en la posibilidad de utilizar los materiales que se habían descubierto gracias a la Física Cuántica y estos se descubrieron por la curiosidad y la capacidad creativa de los científicos", afirmó en declaraciones recogidas por DiCYT.

 

Quintanilla aseguró que no se pueden predecir los descubrimientos que la Ciencia puede hacer en el futuro. "La mayor parte de las cosas que tienen valor económico en estos momentos y que tienen que ver con desarrollos tecnológicos provienen de la investigación básica y ésta se hace por el mero placer de generar ideas nuevas, no por sus aplicaciones", indicó el catedrático de Filosofía de la Ciencia. "Si queremos aportar riqueza, tenemos que conseguir que la Ciencia haga Ciencia y no se preocupe por dicha riqueza, que ya vendrá después", aseguró.

 

Por eso, "hay que tener buenas universidades, con científicos creativos y originales, y el empresario debe ser capaz de sacarles provecho". Dicho de otra manera, "hay que pedirle a las universidades que hagan buena ciencia y a los empresarios que tengan capacidad de absorber el conocimiento que generan y transformarlo en innovaciones. Esta capacidad requiere sensibilidad para elevar el nivel de formación de sus trabajadores y contratar investigadores que sean capaces de aplicar conocimiento científico de frontera en aplicaciones tecnológicas", apuntó Quintanilla.

 

En este sentido, poner en contacto a Universidad y empresa es un reto que ya se está abordando en jornadas como la que hoy ha organizado la Fundación General de la Universidad de Salamanca. "Cualquier modelo sirve, hay que generar iniciativas que pongan en contacto a la sociedad con la Universidad y a los científicos con los empresarios", subrayó.

 

La jornada ha incluido la presentación de cuatro casos de éxito en creatividad para la innovación empresarial: Icon Multimedia, Plásticos Dúrex, Grupo Indal e Ibérica de Tecnología Avícola. Además, Miguel Ángel Salinero, técnico de la Fundación General de la Universidad de Salamanca, explicó al inicio las claves del proyecto Creatinn, que está poniendo en contacto a grupos de investigación y empresas.


El proyecto Creatinn, en el que participa la Fundación General como representante de Castilla y León, junto con instituciones de otras ocho regiones de España, Francia y Portugal, tiene como objetivo básico contribuir a la creación de riqueza mediante el lanzamiento de un instrumento de apoyo sistemático a la competitividad de las empresas en sectores estratégicos de las regiones Sudoe participantes, sobre la base de la creatividad y la innovación. Para ello, se precisa la implicación de universidades, organismos de investigación y centros tecnológicos, administraciones públicas y la sociedad, de modo que se pueda llegar a constituir un sistema de innovación transregional en Sudoe.