Investigan cómo distinguimos sonidos similares en función del tamaño del emisor
José Pichel Andrés/DICYT Roy Patterson, uno de los mayores especialistas mundiales en audición, perteneciente al Centre for the Neural Basis of Hearing y al Departament of Physiology, Development and Neuroscience de la Universidad de Cambridge, ha visitado hoy el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl), con sede en Salamanca, para estudiar el inicio de una colaboración con el equipo de Enrique López Poveda, que trabaja en una línea de investigación similar acerca del reconocimiento de sonidos por parte del oído interno. En concreto, Patterson ha explicado que su principal interés es investigar cómo reconoce el sistema auditivo humano si un sonido ha sido emitido por un niño o por un adulto, por ejemplo, ya que los sistemas artificiales, como los audífonos, son incapaces de hacerlo.
La investigación del experto británico tiene que ver con el tamaño del sonido, es decir, cómo el cerebro auditivo es capaz de distinguir a un adulto de un niño cuando pronuncian lo mismo, Dicho de una manera más general, "cómo distinguimos el tamaño de un objeto a partir del sonido que percibimos, de qué manera el sistema auditivo procesa la información para deducir estas dimensiones". Para explicar este concepto, Roy Patterson ha ofrecido un seminario para los investigadores de Salamanca utilizando el ejemplo de los instrumentos musicales. "En los instrumentos de una misma familia, por ejemplo, la familia de cuerda, los violines son los niños y los chelos los adultos, pues bien, ¿cómo distinguimos si una misma nota está emitida por uno u otro?", se ha preguntado el especialista en declaraciones a DiCYT.
Aunque emitan la misma nota, el sistema auditivo humano reconoce de forma natural si se trata de un instrumento grande o pequeño aunque la persona no lo vea, lo mismo que ocurre con otros objetos o con las personas. "El cerebro auditivo tiene la capacidad para distinguir el tono de voz de una persona a partir de la información relativa al tamaño del tracto vocal. Distinguimos el tono de la voz en función del tracto vocal de la persona, para nosotros es algo trivial, pero para sistemas artificiales de reconocimiento del habla artificiales es imposible, no distinguen si el que pronuncia una palabra es un hombre, una mujer o un niño", lo cual tiene implicaciones para el desarrollo de audífonos, por ejemplo.
En este sentido, el grupo de Patterson en la Universidad de Cambridge realiza investigación básica a partir de pruebas de percepción auditiva con personas adultas. Se trata de estudios que tienen "implicaciones importantes en el campo de los audífonos", insiste, "ya que las personas que los utilizan tienen más dificultades para percibir el habla de su nieto que la de una persona adulta aunque diga lo mismo". Por eso, uno de los objetivos de su equipo es desarrollar herramientas que adaptan las voces de los niños para que parezcan voces de adultos y sean más fáciles de percibir a través del audífono.
"Competidores y amigos"
En el Incyl, el investigador Enrique López Poveda también estudia cómo mejorar los audífonos a partir de la investigación básica que realiza acerca del funcionamiento del sistema auditivo. "Somos competidores y amigos", asegura el científico español, "como Rafael Nadal y Roger Federer", bromea. "Nos vemos en congresos y llevamos mucho tiempo discutiendo nuestros modelos de audición, es una persona muy relevante en el campo de investigación de la audición, con muchísimos años de experiencia", indica.
Por eso, ninguno de los dos descarta iniciar "algún tipo de colaboración", aunque ambas partes tienen modelos de funcionamiento del oído interno diferentes y tratan de comparar hasta qué punto se parecen y cuál es el modelo correcto para explicar cada una tarea de las que realiza el sistema auditivo.