Salud España , México, Miércoles, 29 de octubre de 2008 a las 17:00

Una de cada cinco discapacidades están asociadas a lesiones cerebrales infantiles

El Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma ha iniciado la recaudación de fondos para ayudar a mejorar la calidad de vida de los niños afectados

UNAM/DICYT Para que bebés con lesiones cerebrales y sus familias tengan la posibilidad de una mejor calidad de vida, el Instituto de Neurobiología (INB) de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), con sede en Juriquilla, Querétaro, inició la campaña 2008 de recaudación de fondos. El director del INB, Raúl Paredes Guerrero, explicó que de todas las discapacidades presentes en la población mexicana, una de cada cinco se relaciona con el daño cerebral ocurrido en la etapa prenatal y al momento de nacer, a causa de factores de riesgo como asfixia del bebé, premadurez, infecciones intrauterinas de la madre, desnutrición, tabaquismo y edad.

 

En la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo Augusto Fernández Guardiola, de la misma entidad universitaria, un grupo multidisciplinario de especialistas trabaja en el diagnóstico y neurohabilitación de niños que nacen con factores de riesgo. Ese tipo de lesiones, precisó, pueden ocasionar secuelas motoras (parálisis cerebral infantil), sensoriales (pérdida o disminución de la audición y visión) y cognitivas (alteraciones en la atención, aprendizaje y lenguaje), que derivan en serios problemas para el desarrollo de los infantes.

 

Sin embargo, "cuando un bebé es diagnosticado de manera temprana e inicia una terapia de neurohabilitación, se reducen las probabilidades de daño, pues la plasticidad cerebral permite que al lesionarse una estructura de ese centro nervioso, otra área adquiera la función perdida. Los niños tratados tienen la oportunidad de lograr una mejor calidad de vida tanto personal como familiar y social, lo que a la larga impacta favorablemente en su desempeño escolar y laboral", abundó Paredes Guerrero.

 

La atención por bebé tiene un costo aproximado de 25.000 pesos anuales, que cubre los gastos de los estudios de diagnóstico (resonancia magnética, electroencefalografía, potenciales evocados auditivos y visuales, entre otros). No obstante, la mayoría de los afectados proviene de familias de escasos recursos y, por ello, sus tratamientos son gratuitos, acotó Paredes Guerrero.