Un dispositivo basado en sensores permite conocer el estado de la vegetación
Cristina G. Pedraz/DICYT El Índice Normalizado de Vegetación (NDVI, por sus siglas en inglés), es una variable que permite analizar el crecimiento de las plantas. La estimación se realiza a partir de sensores que captan la intensidad de la radiación de ciertas bandas del espectro electromagnético que la vegetación emite o refleja. Una empresa con sede en el Centro de Transferencia de Tecnologías Aplicadas (CTTA) del Parque Científico Universidad de Valladolid, Arbotante, trabaja en el desarrollo de un dispositivo capaz de crear mapas del Índice Normalizado de Vegetación.
Como ha explicado a DiCYT José Fonseca, responsable del producto, el dispositivo se basa en sensores ópticos terrestres (SOT), monitores GPS y herramientas GIS, lo que tiene aplicación “en explotaciones agrícolas, forestales, viñedos, u otro tipo de cultivos, para conocer el estado de salud de la vegetación”.
Según señala, el proyecto, denominado Ambisens, surge hace tiempo de la confluencia de varios factores, “la experiencia directa con el mundo vitivinícola, el desarrollo de la tecnología y nuestros propios estudios”. “Vimos una oportunidad, un nicho de mercado que no estaba explotado en España y nos lanzamos a ello”, asegura.
Por el momento, el dispositivo está dirigido al ámbito vitivinícola con el fin “de dar respuesta integral a los viticultores en momentos clave del proceso productivo en sus explotaciones”. “Queremos centrarnos de inicio, aunque no exclusivamente, en el viñedo, por la cercanía a las denominaciones de origen y por nuestra experiencia directa con el sector”, agrega.
Fonseca subraya que el uso de sensores ópticos activos permite generar mapas que ayudan al viticultor a la hora de conocer con detalle la situación de su explotación, información que sirve de ayuda “a la hora de toma de decisiones críticas con respecto al uso del riego o a la hora de estar alertar sobre posibles enfermedades en el cultivo”, lo que a su vez permite “ahorrar costes”.
El objetivo es que el producto, que acaba de lanzarse al mercado, esté en pleno funcionamiento en primavera. “Al trabajar con vegetación hay que tener en cuenta que en invierno las plantas invernan y no es el mejor momento, por ello queremos empezar a trabajar con las bodegas este invierno de cara a la primavera y el verano”, concluye.
Una empresa de reciente creación
La empresa Arbotante se constituyó en mayo de 2012 a iniciativa de tres socios: Iván García Vázquez (arqueólogo e historiador), David Hernández González (Ingeniero, técnico arqueólogo y modelista) y Alejandro Polanco Masa (Consultor TIC). En la actualidad cuentan con diferentes colaboradores externos con los que desarrollan proyectos en campos como la arqueología, la innovación o el mundo editorial.
En materia de I+D+i cuentan con diferentes proyectos abiertos como la aplicación de la magnetometría de protones a la prospección arqueológica (un medio no agresivo que permite evaluar estructuras que estén enterradas sin necesidad de movimiento de tierras) o la creación de plataformas aéreas de teledetección.
Otro campo en el que trabajan es el de la difusión y divulgación de resultados de actividades arqueológicas, tanto propias como ajenas, a través de la plataforma Glyphos en internet y de la revista del mismo nombre, que se edita en formato papel. Asimismo, ofrecen productos relacionados con la arqueología y la historia como maquetas y reproducciones de piezas y servicios de museografía, modelismo e infografía.