Technology Spain , Salamanca, Friday, November 28 of 2014, 13:14

Un 15% de las innovaciones patentadas llega a explotarse

La Universidad de Salamanca acoge una jornada sobre procedimientos de concesión de patentes químico-farmacéuticas y biotecnológicas

JPA/DICYT La Universidad de Salamanca ha acogido hoy una jornada sobre procedimientos de concesión de patentes químico-farmacéuticas y biotecnológicas. Diferentes expertos han explicado aspectos relevantes que tienen que tener en cuenta los científicos de universidades y centros de investigación a la hora de proteger los resultados de su trabajo.

 

Una patente otorga un derecho exclusivo frente a terceros, es decir, impide utilizar la invención registrada. Sin embargo, explotar comercialmente una patente “es un asunto diferente”, asegura en declaraciones a DiCYT Gabriel González Limas, jefe del Servicio de Patentes Químicas de la Oficina Española de Patentes y Marcas, puesto que “de todas las solicitudes que se patentan llega a explotarse un 15%”.

 

Aunque depende del tipo de tecnología y del sector, lo más habitual es realizar la explotación a través de acuerdos de licencias. En el caso de universidades y pequeñas empresas que realizan I+D, son muy comunes las licencias de tipo exclusivo, ya que “la patente puede servir como argumento de venta a la hora de transferir una tecnología a una compañía que luego es la que realmente va a realizar la comercialización”, apunta el experto. De hecho, en muchas reuniones “lo primero que preguntan” las compañías a los centros de investigación es si su trabajo está protegido mediante una patente.

 

Tradicionalmente, España ha estado mejor situada en publicaciones científicas que en desarrollos tecnológicos derivados de ellas, pero en los últimos tiempos, “se nota que hay una mayor conciencia sobre la necesidad de transferir tecnología y que no se quede solo en los centros de investigación”.

 

De hecho, “ya no se habla solo de investigación y desarrollo, sino de investigación, desarrollo e innovación”, comenta Gabriel González Limas, “y la innovación consiste en obtener algún beneficio, que puede ser económico o que satisfaga alguna necesidad, como poder curar una enfermedad”.

 

Patentar antes de publicar

 

En cualquier caso, la crisis ha hecho que en los últimos años haya disminuido el volumen de solicitudes de patentes, que llegan principalmente de universidades, centros de investigación, centros tecnológicos y empresas. Por sectores, destacan las relacionadas con la biotecnología, que se basan en la investigación científica.
El especialista de la Oficina Española de Patentes y Marcas ha dejado también un par de consejos importantes para los investigadores universitarios: que se preocupen por patentar incluso antes de publicar sus trabajos en revistas científicas y que se apoyen en las oficinas de transferencia de resultados de la investigación, las OTRI.


“En el ámbito académico hay una gran presión por publicar, pero tienen que pensar si sus resultados son patentables, porque si se publican antes de realizar la solicitud de la patente, los mismos autores de la invención pueden romper su propia novedad”, apunta.

 

En cuanto a las OTRI, “disponen de personal que les pueden ayudar a realizar la solicitud de patentes y a comercializar la tecnología”. Además, hay que tener en cuenta que la universidad tiene un derecho de propiedad sobre las invenciones realizadas utilizando sus medios.

 

La jornada ha sido organizada por el Grupo Eurípides de la Universidad de Salamanca en colaboración con la Oficina Española de Patentes y Marcas , la Fundación Alberto Elzaburu y la Universidad Pública de Navarra.