Alimentación España , León, Martes, 24 de mayo de 2011 a las 17:12

"Los oncólogos deberían recibir mayor información sobre los beneficios del ejercicio físico en pacientes"

El investigador del Ibiomed José Luis Mauriz revisa los estudios genéticos sobre los efectos del ejercicio físico

Antonio Martín/DICYT El investigador del Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (Ibiomed) José Luis Mauriz abordó hoy en un ciclo de conferencias sobre otras formas de tratar el cáncer, promovidas por la delegación leonesa de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la relación entre ejercicio físico y la enfermedad. Según considera, entre los médicos que abordan la prevención y el tratamiento del cáncer "deberían recibir mayor información sobre los beneficios del ejercicio físico en pacientes". Diferentes estudios científicos han demostrado que tanto a la hora de evitar que surja la enfermedad como complemento de los tratamientos quimioterapéuticos y radioterapéuticos el ejercicio físico suave proporciona una serie de beneficios para pacientes de diferentes tumores.
 

"En primer lugar, debemos distinguir entre actividad física y ejercicio físico. La primera es la realización de acciones cotidianas que requieren un esfuerzo físico, mientras que la segunda supone la realización de acciones físicas de forma predeterminada", explica a DiCYT el investigador, especializado en el estudio de diferentes aspectos genéticos en torno al cáncer y otras enfermedades. El ejercicio físico, continúa, "posee efectos positivos demostrados en la salud en general y en algunos tipos de tumores, tanto a nivel preventivo como en el momento del tratamiento de la enfermedad". Especialmente en los casos de cáncer de mama o colon.

 

De forma preventiva, los estudios científicos han demostrado beneficios para pacientes con estos dos tipos de tumores con la realización de ejercicio físico suave. Se entiende por ejercicio físico suave, por ejemplo, cuatro horas de paseo a la semana. "Se han registrado en diferentes experimentos hasta la reducción del riesgo en cánceres de mama o colon". En el caso del cáncer de endometrio (útero), cinco horas de ejercicio físico suave reducen los riesgos a padecerlo en torno de un 30 y 40%. También se han encontrado beneficios en tumores de ovarios, riñón e incluso estómago, apunta el especialista.

 

En el transcurso del tratamiento, el ejercicio físico también puede reportar beneficios, en diferentes perspectivas. "Dese el punto de vista de la salud pública, se han observado mejores efectos de los tratamientos en diferentes tumores; desde el punto de vista psicológico mejora, de forma paradójica, la sensación de fatiga que padecen estos pacientes sometidos a quimioterapia y en algunos casos radioterapia". Los efectos positivos alcanzan también aspectos los efectos de la depresión asociada al padecimiento de la enfermedad "al liberar el ejercicio físico endorfinas en el cerebro" y tiene beneficios sociales, al abrirse más el paciente activo a la sociedad, y psicosociales, al mejorar su percepción.

 

Por estos motivos, el experto reclama que "los oncólogos deberían recibir mayor información sobre los beneficios del ejercicio físico en pacientes de cáncer y se debería mejorar la formación de especialistas en ejercicio físico" para poder realizar tratamientos y sistemas de prevención conjuntos. En este sentido, el Ibiomed pretende realizar una investigación sobre diferentes aspectos beneficiosos del ejercicio físico en el paciente oncológico desde el punto de vista psicológico y realizar una valoración funcional de este tipo de enfermedad.

 

Genética

 

A partir de un metaanálisis, un trabajo de revisión de otras investigaciones científicas sobre un mismo tema, Mauriz ha observado que el ejercicio físico tiene efectos en la regulación de los genes implicados en procesos de expansión de un cáncer. Esta actividad propicia un cambio en la expresión de ciertas proteínas que inhiben la progresión del tumor, como globulinas que capan las hormonas inductoras del tumor. En este aspecto, las investigaciones científicas han demostrado que hay diferentes parámetros que el ejercicio físico modifica y están relacionados con la progresión de un tumor. Incide en tolerancia a la glucosa, la reducción del colesterol y proporciona una mayor sensibilidad a la insulina.

 

La relación de ejercicio físico, por otra parte, contribuye a la detoxificación de radicales libres, que causan estrés oxidativo en las células. Esta actividad está vinculada, de nuevo, con el progreso del cáncer, ya que las células tumorales generan radicales libres. Paliar los efectos de estos radicales libres permite a las células sanas afrontar con más garantías de respuesta la progresión tumoral.