La Universidad de Salamanca instala un contenedor de recogida de aceite de cocina destinado a producir biodiésel

JPA/DICYT La Universidad de Salamanca ha estrenado hoy un novedoso contenedor situado en el Campus Unamuno para que estudiantes y ciudadanos en general puedan depositar aceite de cocina usado. El aceite procedente de los domicilios se puede llevar en cualquier tipo de botella de plástico y, como medida de promoción de la iniciativa, a lo largo del día de hoy se han repartido 2.000 embudos para mayor comodidad. La iniciativa es pionera entre las universidades de Castilla y León, según los responsables de Porsiete, la cooperativa que gestiona el servicio de recogida y de su gestión hasta que lo entrega para la producción de biodiésel.

La colaboración entre la institución académica y la cooperativa de Carbajosa de la Sagrada comenzó hace meses, cuando acordaron la recogida de aceite de comedores y cafeterías de la Universidad. Sin embargo, ahora esta posibilidad se pone al alcance de todas las personas que visitan el campus. "Hasta ahora hacíamos lo mismo que supongo que hace todo el mundo, tirar el aceite, lo que provoca contaminación sobre todo en los cauces de agua, una contaminación que tiene efectos graves", según ha explicado el rector, José Ramón Alonso, uno de los primeros en probar el nuevo servicio.

Cooperativa pionera

La cooperativa Porsiete trabaja sobre todo en la recogida de aceite de cocina usado entre empresarios hosteleros, un colectivo que cuenta con su propia normativa al respecto. Sin embargo, apenas existen otras fórmulas de recogida de este líquido en España. En el caso de este proyecto de carácter social, la idea es poder ampliar el servicio para que cualquier ciudadano pueda reciclar el aceite vegetal. Hasta el momento, sólo había un contenedor instalado en la localidad sede de Porsiete, Carbajosa de la Sagrada, pero el colectivo ya ha llegado a un acuerdo con varios municipios de la periferia de Salamanca capital.

La contaminación del aceite doméstico

Los expertos advierten de que un solo litro de aceite puede llegar a contaminar hasta 1.000 litros de agua. El aceite se adhiere al desagüe y daña la red de abastecimiento, lo cual complica la recuperación de aguas residuales en asl depuradoras. Además, si finalmente llega a los ríos, crea una capa que reduce el oxígeno y provoca la muerte de los peces. En cambio, si se recoge en contenedores similares a los de papel, vidrio o envases, pero naranja en este caso, el aceite se puede aprovechar en la fabricación de jabones y productos de cosmética e incluso para la producción de biocombustible, como es el caso de Porsiete, que entrega lo que recoge a una empresa catalana especializada en la transformación de aceite en biodiésel.