La osteoporosis afecta más a las mujeres hipertensas, según un estudio del Hospital Río Hortega
Beatriz G. Amandi/DICYT La osteoporosis afecta más a las mujeres hipertensas, según demuestra un estudio realizado por el doctor José Luis Pérez Castrillón, en colaboración con el doctor Juan Carlos Martín Escudero, en el Hospital Universitario Río Hortega. En él se analizan las relaciones de estas dos enfermedades entre sí y con la diabetes, otra de las dolencias prevalentes en la sociedad actual.
El estudio surge, según indica Pérez Castrillón, al detectar que algunos de los pacientes hipertensos tienen una serie de alteraciones del metabolismo del calcio que determinan que tengan una masa ósea más baja, por lo que también hay más fracturas y cualquier caída supone un mayor riesgo, “por ello, se ha tratado de analizar si la hipertensión es un factor de riesgo para la osteoporosis”.
En este sentido, también señala que ambas enfermedades tienen una gran incidencia en la sociedad actual y que los estudios epidemiológicos existentes hasta ahora o bien no contemplaban la relación entre ellas o bien presentaban resultados contradictorios.
Para realizar el estudio, se han planteado conocer la influencia de la aparición de fracturas de cadera en pacientes con hipertensión, ya que una de las fracturas más comunes derivadas de la osteoporosis es la que se produce en la cadera como consecuencia de una caída provocada, a su vez, por la falta de calcio en los huesos, lo que hace que se rompan de manera fortuita y que fallen los miembros al caminar.
Con la finalidad de encontrar respuesas, se analizaron los expedientes de enfermos ingresados con fracturas de cadera en los últimos cinco años y que tuvieran más de 65 años. Entre estos pacientes, se han disociado aquéllos que padecían hipertensión, y se compararon la cantidad de fracturados con un grupo de control compuesto por 3.000 pacientes de similares características, de los que existía un registro con motivo de un estudio anterior.
Los resultados confirmaron que la hipertensión es un factor de riesgo para las fracturas de cadera, especialmente para las mujeres, ya que en ellas se detectó que la posibilidad de sufrir este tipo de accidente era una vez y media mayorque otras mujeres que no padecían de tensión alta.
En los hombres, sin embargo, este factor de prevalencia no se detectó, y las posibilidades de sufrir una fractura de cadera en ellos era el mismo si padecían o no hipertensión.
Sin embargo, Pérez Castrillón resaltó que estas cifras también pueden estar influidas por el hecho de que la mayoría de las fracturas de este tipo se producen en mujeres, como consecuencia de la menor aportación de calcio que tienen tras la menopausia.
El estudio también incluyó el análisis de los efectos de determinados medicamentos para la hipertensión en la aparición de osteoporosis. Se comprobó que las tiacidas, componente de un medicamento empleado para orina en hipertensión, eran beneficiosas, puesto que mejoraban la masa ósea de los pacientes y por tanto reducían las posibilidades de rotura.
La relación con la diabetes
El doctor Pérez Castrillón también se planteó la relación existente entre la osteoporosis y otra de las enfermedades más prevalentes en la actualidad, que es la diabetes.
En este caso se empleó la misma metodología, y se detectó que los diabéticos, pese a tener una masa ósea mayor que las personas que no la padecen, sufrían una media de fracturas por encima de lo normal. La conclusión a la que se llegó es que “estas fracturas se deben a que son personas que se caen más debido a los síntomas derivados de la diabetes, como son la pérdida de visión y las hipoglucemias, que provocan caídas fortuitas”.
Estas conclusiones serán publicadas en revistas especializadas en este mes de octubre y servirán para contribuir a la literatura científica existente sobre la relación entre estas dolencias.
Osteoporosis | |
La osteoporosis es una enfermedad que tiene una especial incidencia en las mujeres, de hecho, hay estudios que señalan que afecta a una de cada cinco mujeres de más de 45 años y a cuatro de cada diez de más de 75. Suele detectarse tras una caída que implica la rotura de cadera o de muñeca, ya que este tipo de caída es consecuencia de la reducción de masa ósea y la fragilidad por tanto de los huesos. Esta reducción se produce en todas las personas a partir de los 30 ó 35 años, ya que los huesos son elementos cambiantes que alcanzan su mejor nivel en esta edad y, después, ya no se produce ningún tipo de regeneración en los mismos, lo que conlleva que el desgaste se vaya poniendo de manifiesto con los años. Este desgaste provoca que la porosidad del hueso se vaya haciendo mayor y, con ello, se incremente la fragilidad del mismo. La media de pérdida de masa ósea en una persona normal es de un 0,5% al año, pero en el caso de las mujeres, los cambios hormonales y reducción en los niveles de estrógenos que se producen con la menopausia provocan que esta pérdida se acelere. No existe modo de evitarlo, pero sí de prevenirlo, y esta prevención pasa por realizar una ingesta adecuada de cálcio y el ejercicio físico durante la adolescencia y la juventud, así como también mantener unos niveles adecuados de consumo de estos componentes durante la madurez. |