Salud España , Salamanca, Viernes, 01 de octubre de 2010 a las 19:57

La estimulaci贸n el茅ctrica mejora la memoria en ratas

Un experto de la Universidad Aut贸noma de Barcelona ha visitado hoy el Instituto de Neurociencias de Castilla y Le贸n

JPA/DICYT Investigaciones en ratas indican que la estimulación eléctrica del cerebro puede mejorar aspectos como la memoria y el aprendizaje, según ha explicado hoy en Salamanca Ignacio Morgado Bernal, científico de la Universidad Autónoma de Barcelona que ha visitado el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl). Este psicobiólogo estudia el proceso mental que tiene que ver con el aprendizaje y la memoria por medio de autoestimulación eléctrica intracraneal, un tipo de tratamiento con el que "nosotros conseguimos mejorar las capacidades cerebrales de memoria en ratas normales y con daño cerebral", ha señalado.

La técnica consiste en implantar electrodos permanentes en zonas profundas del cerebro de la ratas, en concreto, el hipotálamo. A partir de ahí, "permitimos que las propias ratas activen mecanismos como una palanca en el interior de una jaula para enviarse a sí mismas corrientes al cerebro", comienza a explicar en declaraciones a DiCYT. Estas corrientes son gratificantes, porque los electrodos se implantan en zonas relacionadas con el placer. Esta estimulación activa toda la corteza cerebral, lo cual facilita todos los procesos mentales en curso, incluida la memoria. Por lo tanto, "si enseñamos a una rata a guiarse por un laberinto, por ejemplo, un tratamiento posterior de autoestimulación puede favorecer la consolidación de la memoria y, como consecuencia, al cabo de un tiempo las ratas tratadas recuerdan más y mejor que las que no han recibido el tratamiento", señala.

 

"Tenemos expectativas de que este tipo de tratamientos algún día pueda aplicarse en humanos y sirva para mejorar capacidades mentales o detener procesos neurodegenerativos", asegura. De hecho, la estimulación eléctrica en el cerebro por medio de electrodos, en algunas investigaciones, está dando buenos resultados en problemas mentales como la depresión, incluso algunos científicos están implantando un tratamiento similar al que en Barcelona se lleva a cabo con las ratas en enfermos de alzhéimer, con la esperanza de reducir la sintomatología de la enfermedad.

 

Cirujanos de diferentes partes del mundo han implantado ya electrodos permanentes y parecen ser eficaces sobre todo en el campo del párkinson, para el que este sistema, manejado por el enfermo, reduce los síntomas de temblor.

 

El problema de la mente consciente

 

Aunque las investigaciones de Ignacio Morgado Bernal están relacionadas con este campo, recientemente se ha interesado más por el problema de la mente consciente, asunto que ha tratado hoy en un seminario de investigación en el Incyl. "La consciencia está relacionada con todos los procesos mentales, incluida la memoria, pero me he interesado por este tema porque el hecho de que seamos seres conscientes está en la base de todo lo que hacemos", afirma.

 

Por eso, este psicobiólogo considera "un problema científico de primer orden" llegar a saber "cómo es posible que seamos seres que nos damos cuenta de lo que pasa" y también "cómo la materia se vuelve imaginación". Según ha comentado, "hay planteamientos que explican que la consciencia es la alternativa a una multiplicidad de robots altamente sofisticados. Si para cada cosa que hacemos tuviéramos un mecanismo automático, necesitaríamos millones de robots y no podríamos tener previsión para las cosas nuevas. Por eso, la evolución no ha producido un organismo robotizado, sino que ha creado un sistema más plástico, que es la consciencia y que aporta flexibilidad al comportamiento, capacidad de adaptarse a situaciones nuevas", comenta. En definitiva, en una percepción consciente el ser humano aglutina una gran cantidad de información que le permite reaccionar de una manera rápida. La consciencia es "una síntesis de la información", de manera que, al ver un pájaro una persona está viendo todas las características que tiene y todas las que no.