Salud España , León, Jueves, 16 de diciembre de 2004 a las 22:09

La diabetes microangiopática es la principal causa de ceguera

Más de 140 médicos de familia de León participan en un curso para detectar y tratar la enfermedad

María Jesús Fernández/DICYT La diabetes microangiopática no produce la muerte del enfermo, pero si graves trastornos que la convierten en la principal causa de ceguera. Esta ha sido una de las líneas de trabajo sobre la que se ha desarrollado el curso de formación continuada en el que participan más de 140 médicos de familia de León para anticipar el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad, que afecta al 10 por ciento de la población.

La importancia de la detección de la enfermedad en Atención Primaria reside en la gran cantidad de casos existentes (lo que dificulta que todos ellos lleguen al especialista), así como en la vigilancia que requiere esta patología y los recursos disponibles para su tratamiento, según explica el ponente José Antonio Noya. También resalta la importancia del control de la tensión y de los niveles de azúcar como principales factores a tener en cuenta. En este sentido, el doctor Noya señala que “se sabe que, actuando sobre el ázucar, se evitan las complicaciones que presenta la enfermedad”.

Y es que la diabetes microangiopática no es solo capaz de producir ceguera, sino que también es la causante de otros graves efectos secundarios, que pueden desembocar incluso en mutilaciones. Noya afirma que una persona que padece este tipo de diabetes tiene 40 posibilidades más de sufrir una mutilación que alguien que no la padezca. Por eso, el doctor Noya opina que “es una variedad de la diabetes, que sim legar a ser mortal, puede complicar mucho la vida del enfermo”.

Los primeros síntomas de esta variante de la diabetes de tipo B son alteraciones en la vista. Para su prevención, también es muy importante la vigilancia de los pies, para detectar la aparición de durezas o la percepción de falta de sensibilidad. Por su parte, los propios médicos deben prestar una especial atención a los síntomas percibidos por el paciente, así como a los parámetros sanguíneos y a la tensión arterial. Noya explica que la observación del fondo del ojo y los análisis de orina son otras de las pruebas realizadas para el diagnóstico de la enfermedad, así como la exploración de la sensibilidad del paciente.

La de hoy ha sido la sexta jornada de las 15 que integran el curso de formación de continuada para médicos de familia que se celebran de forma alternativa en León y Ponferrada.