Salud España Salamanca, Salamanca, Miércoles, 04 de febrero de 2004 a las 13:15

Investigadores de la Universidad de Salamanca analizan modelos para el tratamiento de enfermedades degenerativas de la retina

El estudio, que se está llevando a cabo en peces, puede abrir nuevas líneas de investigación en torno a ciertas patologías de los seres humanos

Ana Victoria Pérez/DICYT Un equipo de investigadores del Departamento de Biología Celular de la Universidad de Salamanca está llevando a cabo un importante estudio sobre las enfermedades degenerativas de la retina, como la retinosis pigmentosa, que produce ceguera en los seres humanos y otros vertebrados. Los profesores Almudena Velasco, Juan Lara y Rosario Arévalo, junto al catedrático de Biología Celular José Aijón, estudian una característica propia de la retina de algunos vertebrados inferiores como los anfibios, los reptiles y los peces, que permite a los individuos adultos de estas especies regenerar el tejido neuronal dañado y corregir las posibles lesiones que se les hayan producido en esta parte fundamental del ojo. Una cualidad que pretende generar un modelo exportable a los mamíferos y que por el momento servirá para investigar el trasplante de estas células en ratones.


Tal y como ha explicado a DICYT la profesora Almudena Velasco, "el objetivo esencial del estudio es conocer cuáles son los factores, sustancias y mecanismos que intervienen en la regeneración neuronal de los tejidos de la retina de los peces y crear modelos con los que podamos trabajar en mamíferos".

La capacidad de regeneración de la retina de los peces adultos es una cualidad que no posee el ojo de los mamíferos, por lo que en el caso de que se produzca una lesión o se desencadene una enfermedad degenerativa, como por ejemplo la retinosis pigmentosa, las células encargadas de recibir los impulsos luminosos mueren y el individuo experimenta pérdidas de visión que pueden desembocar en la ceguera.

Una retina que sigue creciendo

Según Velasco, los estudios que se han llevado a cabo en su departamento han revelado que, en el caso de los peces, existen tres tipos de células denominadas precursoras. Se trata de células que se conservan en parcelas de la retina y permanecen en estado embrionario (en el que se encuentra una célula cuando tiene capacidad de reproducirse). Uno de los tipos de células precursoras se sitúa en los extremos de la retina y es pluripotente, ya que es capaz de originar los diferentes tipos de células que existen en la retina según esta crece, mientras que el segundo tipo, las células denominadas precursoras de bastones, aparece en la capa nuclear externa y origina sólo bastones.

Los bastones son células fotosensibles y permiten a los individuos tener visión nocturna. Éstas, junto con otras células denominadas conos (las encargadas de la visión diurna) terminan desapareciendo en el caso de algunas enfermedades degenerativas de la retina, como la retinosis pigmentosa, que se da en algunos vertebrados como los ratones y también en los humanos.

Además la investigación de este departamento ha permitido certificar la existencia de un tercer tipo de células precursoras en diferentes especies de peces, que ya habían sido detectadas detectadas en las truchas. Estas se encuentran en la capa nuclear interna de la retina y que son capaces de reproducirse dando lugar a casi cualquier otro tipo de célula, incluso a otras proliferativas como los precursores de bastones. Se trata de células capaces de emigrar hacia zonas más externas de la retina y unirse a los tejidos dañados para repararlos. "Se ha comprobado que si se provoca una lesión (generalmente se usa nitrógeno líquido para ello) o si se secciona una parte de la retina, ésta pude llegar a restituirse por completo. Además el proceso de regeneración se acelera si los individuos se encuentran en un entorno donde la temperatura es mayor" señala la profesora Velasco.

El estudio se ha realizado en tencas, carpines y peces cebra, y se han utilizado técnicas como la citometria de flujo, que estudia el ciclo celular para identificar las células que se están dividiendo y por tanto ver cuáles son las precursoras o regenerativas, y la inmunohistoquímica, que consiste en identificar a este tipo de células a través de las proteínas que expresan en momentos previos a su división.

Trasplantes entre especies

La última ampliación de la investigación que dirige la profesora Rosario Arévalo se centra en aislar células precursoras y mantenerlas vivas en cultivos celulares. La última parte de la investigación pretende transplantar estas células a peces con lesiones en la retina y a ratones PCD. Se trata de ratones que de manera espontánea y a los tres meses de edad desarrollan una variedad de retinosis pigmentosa. Hacia los nueve meses los individuos ya han perdido todos los bastones, con lo que su visión nocturna está dañada y también se han dañado sus conos, que son los responsables de la visión diurna.
Aunque no existen los receptores de luz, el resto de células aparecen intactas, pero no pueden realizar sus funciones ni transmitir impulso eléctrico alguno al cerebro. 
La investigación pretende identificar los posibles problemas que se produzcan al trasplantar células de un vertebrado inferior como es un pez, en un mamífero, "lo más normal es que se produzca un rechazo o que aparezca un tumor, pero no puede descartarse sin haberlo intentado", apunta Almudena Velasco.
El segundo objetivo será comprobar que el resto de células que se mantienen intactas en la retina de los ratones PCD una vez que han desaparecido los receptores de luz retoman sus funciones cuando el sistema comienza a funcionar de nuevo.