Alimentación Argentina , Buenos Aires, Jueves, 10 de diciembre de 2009 a las 17:34

Investigadores argentinos prueban la cipermetrina para erradicar parásitos en ovejas

Aseguran que, tras 40 días de aplicación, el pesticida ya no protege a los animales de garrapatas o piojos

CGP-UNL/OEI-AECID/DICYT Investigadores de Bahía Blanca y de Bariloche han probado el poder de la cipermetrina para combatir las garrapatas o piojos de ovinos con las dosis recomendadas por los fabricantes. La información de la acción de pesticidas sobre estos parásitos es escasa en Argentina, ya que no hay demasiados datos que muestren la eficacia de los diversos procedimientos utilizados en el control de plagas. Por eso, un equipo del Laboratorio de Servicios Tecnológicos del Instituto de Investigaciones Bioquímicas (Universidad Nacional del Sur-Conicet Bahía Blanca) registró la acción de un piretroide cómo la cipermetrina sobre parásitos de las ovejas.

 

Según explicó Hugo Caldironi, el investigador que presentó los resultados de la investigación en el II Workshop Latinoamericano sobre Residuos de Pesticidas realizado por la Universidad Nacional del Litoral este año, tras 40 días de aplicación del producto no quedaban residuos efectivos para el tratamiento de los parásitos, ya que se diluía o se distribuía muy rápidamente, con lo cual la efectividad se reducía de forma drástica. “Para las ovejas, en estas condiciones de trabajo se vio que no era efectivo el tratamiento. Por lo menos como se dio en las concentraciones y como estaba previsto en las recomendaciones del fabricante”, señaló.

 

Tratamiento efectivo en cabras

 

Sin embargo, tal y como refleja la información recogida por la UNL, los ensayos realizados en cabras tuvieron resultados muy distintos y el tratamiento fue totalmente efectivo. Los investigadores aún no pueden establecer cuáles son las causas de la diferencia. “Uno de los factores puede ser el tipo de pelo, la untuosidad, la cantidad de grasa que contiene el material, pero los estamos estudiando aún. Incluso pensamos indagar en otros animales como los guanacos”, señaló el experto.

 

En cuanto a la sustancia utilizada, el investigador sostuvo que “la cipermetrina es un químico propuesto para el tratamiento de ectoparásitos. Es un compuesto clorado del tipo de los piretroides, de los que llamamos ‘derribantes’, que se usan para evitar la presencia de mosquitos u otros insectos, pero además es un buen recurso utilizado contra parásitos de la lana o del pelo de las cabras u otros animales”.

 

Al mismo tiempo, destacó que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) trabaja desde hace tiempo en la zona de Bariloche observando que, en algunos casos, el producto es efectivo y, en otros, no. “El problema es que no tenían parámetros para saber cuáles eran las diferencias“, añadió Caldironi.

 

Para conocer la acción de la cipermetrina, los investigadores trabajaron junto a un equipo encabezado por Fermín Olaechea, del Inta Bariloche, que es el lugar de donde se extrajeron las muestras de lana. “Básicamente, lo que se hizo es lo que naturalmente realiza el productor, que es la aplicación sobre el animal de la manera en que se lo hace normalmente en los perros, por ejemplo. Es un sistema que se llama Pour On, que consiste en aplicar el líquido sobre el lomo y casi el cuello del animal, por goteo y con una pipeta especial. Hay otra manera, que es bañando al animal, pero hay quienes aseveran que es un método que produce mucho estrés“, aseveró.


Método utilizado

 

La investigación consistió en separar 20 ovejas del mismo tamaño, edad y peso. Posteriormente fueron puestas en un predio en el que previamente no había animales tratados con el producto, para no tener una influencia anterior de la cipermetrina presente en el ambiente, ya sea en la tierra o en los corrales. Luego, se hizo el tratamiento normal recomendado por los proveedores del producto.

 

Más tarde, aplicaron unos dos gramos del químico sobre la lana. “En este caso, pusimos una solución de cipermetrina soluble en agua. Hay productos que son solubles en solventes parecidos al kerosén o a la nafta. Pero cada uno tiene sus cuestiones a favor o en contra. La ventaja de la solución acuosa es que no provoca irritación al animal, pero el problema es que las lluvias lavan rápidamente el producto y pierde la efectividad”, acotó Caldironi. El paso siguiente fue tomar muestras de lana del lomo y de los costados del animal cada una o dos semanas aproximadamente, teniendo en cuenta que el producto se va escurriendo hacia el resto del cuerpo de la oveja.

 

“Vimos que entre la segunda y la tercera semana se tenía la mayor cantidad de producto distribuido en la lana del animal. Pero pasado ese lapso bajó drásticamente la concentración. Finalmente, a los 40 días no quedaban residuos efectivos para el tratamiento de los parásitos. Se diluía o se distribuía muy rápidamente, con lo cual la efectividad bajaba drásticamente“, aseguró.

 

A la vez, esos datos se compararon con las muestras de la población de parásitos tomados de animales sanos y otros infectados. “Se vio en estos últimos que coincidentemente con el pico máximo de cipermetrina en la lana bajaba drásticamente hasta un 40 por ciento la población de parásitos en el animal. Pero como a la cuarta semana la efectividad del producto era muy baja o nula y vimos también que la población de ectoparásitos aumentaba notablemente, tanto es así que a los dos meses los animales ya tenían la misma cantidad de bichos que al inicio del tratamiento”, detalló. Por último, el especialista expresó que, a largo plazo, el objetivo del proyecto es que haya datos de referencia en el país, porque hoy sólo existen ensayos esporádicos y aislados.