Expertos en Biología buscan las especies indicadoras del estado de conservación de la dehesa
JPA/DICYT El presidente de la Fundación Naturaleza y Hombre, Carlos Sánchez, ha participado esta tarde en el ciclo de conferencias sobre diversidad organizado por la Universidad de Salamanca dentro de su Semana Verde para explicar el proyecto europeo LIFE+Nature denominado Conservación de la Biodiversidad en el Oeste Ibérico: Reserva Campanarios de Azaba. La iniciativa, que consiste en realizar investigaciones sobre la conservación de la dehesa como ecosistema en una finca de la localidad salmantina de Espeja y que fue presentada el pasado mes de enero, ha dado ya sus primeros pasos. Entre los objetivos iniciales de los científicos, está determinar qué especies son las más adecuadas como indicadores del estado de conservación de este espacio.
Este proyecto es "una experiencia demostrativa" que consiste en la desintensificación de un espacio, eliminando ciertos usos intensivos para después partir de cero, ir implementando los usos tradicionales de la dehesa y estudiar la evolución que tiene este espacio natural desde todos los puntos de vista: insectos, flora vascular, hongos, vertebrados y cobertura vegetal. Para ello, los investigadores han adquirido 500 hectáreas con el objetivo de que se conviertan en "un laboratorio experimental de cómo evoluciona la dehesa y cómo se puede manejar teniendo como prioridad la conservación de la biodiversidad en lugar de la explotación".
El gran problema a la hora de conservar la dehesa ha sido la intensificación, según el experto. "Antes se manejaban muchas fincas pensando en su conservación y teniendo en cuenta cuál era la carga ganadera precisa, pero en los últimos años las ayudas comunitarias han primado la producción", apunta. La explotación de cerdos o ganado vacuno es compatible con la conservación siempre que la carga sea la adecuada, señala, "pero si nos pasamos, incidimos en especies que nos sirven de indicadores, termómetros que nos están diciendo si estamos gestionando bien o mal el terreno".
En este sentido, uno de los primeros trabajos de los científicos en este proyecto tiene que ser la elección de esas especies sensibles a los cambios que sean indicadoras, aunque algunas de ellas, como una mariposa característica de la dehesa, ya vienen marcadas desde el inicio por el proyecto europeo. Además, otra especies puede ser la cigüeña negra, animal "muy sensible, pero compatible con el aprovechamiento ganadero".
Desaparición del conejo de monte
Asimismo, los científicos intentarán recuperar poblaciones como el conejo de monte, que "ha desaparecido de la mayor parte de las fincas", aunque en este caso las causas son variadas y van desde los usos del suelo hasta las enfermedades, de manera que se encuentra en "un estado de conservación límite".
El proyecto LIFE+Nature será "punto de lanza de nuevas iniciativas", porque la misma finca será sede de una estación biológica que será usada por centros de investigación y universidades para nuevos proyectos del Oeste ibérico. "Queremos trabajar en más proyectos piloto de este tipo", asegura el director gerente de la Fundación Naturaleza y Hombre.
A iniciativa de la Fundación Naturaleza y Hombre, varios grupos colaboran en este proyecto, entre ellos, algunos de la Universidad de Salamanca, que se encarga de estudiar los hongos y la flora vascular, y la Universidad de Alicante, que estudia mariposas y escarabajos.