Un proyecto europeo pretende investigar y conservar la biodiversidad de la dehesa
JPA/DICYT Salamanca ha acogido hoy la presentación de un proyecto LIFE+Nature denominado Conservación de la Biodiversidad en el Oeste Ibérico: Reserva Campanarios de Azaba, que pretende estudiar y conservar la biodiversidad de la dehesa como ecosistema. Las universidades de Salamanca y Alicante, así como entidades públicas y privadas colaboran en esta iniciativa de la Fundación Naturaleza y Hombre que contará con una finca de más de 500 hectáreas para experimentación, en la que se construirá una estación biológica y cuyos resultados científicos servirán para elaborar un modelo de gestión exportable a otras zonas y países.
Carlos Sánchez, presidente de la Fundación Naturaleza y Hombre, ha explicado que se trata de "un proyecto piloto demostrativo" que pretende transformar una dehesa, "cuyo aprovechamiento agroganadero siempre ha sido alto" en un espacio que sufra menos presión en este sentido para "ver cómo responde la naturaleza". Aunque el proyecto engloba el estudio de una amplia zona comprendida entre Salamanca, Cáceres y una zona limítrofe con Portugal, los principales trabajos se desarrollarán en la localidad salmantina de Espeja, donde los responsables han adquirido la finca para experimentación.
El presupuesto de esta iniciativa alcanza los cuatro millones de euros y su ejecución finalizará en 2012, aunque la intención es que esta parte sólo sea un primer paso. De hecho, el objetivo es que las conclusiones sirvan para elaborar un manual de gestión de este tipo de espacios y que, gracias a la investigación desarrollada en la estación biológica, se diseñe un modelo de gestión exportable, es decir, "transferencia de conocimiento a otros países meditarráneos que tienen tratamientos de sus encinares de forma distinta", indica.
Biólogos de la Universidad de Salamanca se encargarán de estudiar los hongos y la flora vascular, mientras que la Universidad de Alicante se centrará en mariposas y escarabajos. De hecho, según ha destacado Ignacio Torres, representante de la Fundación Biodiversidad, que también participa, "es un proyecto que no sólo trabaja las especies emblemáticas, sino todos los aspectos del ecosistema, como plantas, hongos e invertebrados".
Sin embargo, esto no impide que se le vaya a prestar especial atención a la cigüeña negra, ya que se encuentra amenazada, de manera que se llevarán a cabo actuaciones concretas para su conservación, como la instalación de plataformas para los nidos o el acondicionamiento de charcas. En este sentido, Javier Ezquerra, representante de la Junta, ha asegurado que la participación de la administración regional en este proyecto "va más allá de una asignación económica", puesto que la protección de las especies en peligro es su responsabilidad.
Uno de los aspectos más destacados de la iniciativa es que tendrá como eje transversal la educación ambiental, de manera que se aprovecharán todas las actuaciones que se lleven a cabo para mostrarlas a escolares, según han explicado los responsables. Otras empresas y entidades, como Caja Madrid, Cementos Portland o Red Eléctrica Española participan también en el proyecto.
La actuación que va a tener lugar en esta finca pretende que esta reserva de Campanarios de Azaba sea un referente de biodiversidad, ya que se encuentra en el epicentro de otros espacios Natura 2000 como Campo de Azaba ó Campo de Argañán en España y Malcata en Portugal con un total de 132.878 hectáreas. Se trata de espacio fronterizo entre España y Portugal de bosque mediterráneo adehesado donde se pretende la gestión integral activa en favor de las especies con mayor eficacia dispersora (aves, plantas e insectos).