El naturalista Joaquín Araújo asegura que las reservas de agua este verano estarán por debajo del 40% con respecto a 2005
EC/DICYT “Cuando llegue el calor de 2006 tendremos entre un 30% y un 50% menos de agua que en 2005. Así de contundente se muestra el naturalista y periodista Joaquín Araújo, quien en declaraciones a DICYT ensalza el valor "insustituible" del agua "por su hermosura", y no sólo por su utilidad. Protagonista de una conferencia ofrecida en Ávila, Araújo valora la situación de las reservas hídricas del país y se muestra poco optimista. No en vano, a su juicio “nos encontramos en un momento en el que el agua nos está inquietando con mayor intensidad que en cualquier otro tramo de la historia de nuestro país” al acabar de “entrar en un segundo año de sequía infinitamente más preocupante que el anterior, lo que ha convertido al agua en un elemento de debate político".
El divulgador también ha hablado sobre la problemática de la provincia abulense respecto al agua, para señalar que “Ávila se encuentra entre Pinto y Valdemoro”, puesto que por un lado “es una provincia montañosa con importantes recursos hídricos” y por otro “lo pasó muy mal el pasado verano”, lo que revela que “incluso donde el sistema medioambiental funciona se pueden dar dificultades serias”. A su juicio, “para remediar muchas de las situaciones de carestía, sed o degradación haya que saltar por encima de la ignorancia”.
Y es que, como señala a DICYT, “el agua es una gran referencia del comportamiento del ser humano”, al tiempo que “un elemento de inspiración constante para la creatividad en todo tipo de ámbitos”, desde la poesía o la música hasta la arquitectura. Esa concepción le lleva a apelar a “la sensibilidad de las personas para que no sólo veamos el agua como algo útil, sino como algo extraordinariamente insustituible por su hermosura”. En este sentido, asegura que “el agua sabe hacer tantas cosas que parece mentira que siendo la arquitecta de la vida la convirtamos en una trampa mortal cuando la destruimos”.
Responsabilidad
También ha aprovechado Araújo para hacer referencia a la parte de culpa que tienen en la disminución de las reservas los ciudadanos y los poderes públicos, considerando que la responsabilidad recae “más en el Ministerio de Medio Ambiente que en las conferencias hidrográficas, y más en éstas a su vez que en los ayuntamientos”.
La cadena del suministro del agua “llega a la inmensa mayor parte de los ciudadanos españoles”, lo que implica que “todos tenemos una posibilidad, por pequeña que sea, de mejorar el trato que se le da al agua, economizarlo, y de contribuir a aumentar el conocimiento y la sensibilidad que se tiene del elemento”. “Todos somos agua y todos podemos poner unas cuantas gotitas de agua en las reservas”, afirma el naturalista.