Salud España , Valladolid, Jueves, 09 de junio de 2005 a las 17:54

El IBGM renueva su contrato con la Junta para diagnosticar fibrosis quística en bebes

La comunidad se sitúa a la cabeza de España en el diagnóstico de enfermedades genéticas en bebés

BGA/DICYT El Instituto de Biología y Genética Molécular (IBGM) de Valladolid ha renovado su contrato con la Junta de Castilla y León para diagnosticar fibrosis quística y fenilcetonuria en bebés. Se trata de unas pruebas a las que se someten a los 18.000 niños que nacen anualmente en la región, una medida que sólo se lleva a cabo en Castilla y León y Cataluña, si bien hay otras comunidades autónomas como Galicia y Extremadura que se han puesto en contacto con los investigadores vallisoletanos para conocer las pautas de funcionamiento de este servicio.

Según señaló a DICYT el responsable del estudio en el IBGM, Juanjo Tellería, a todos los recién nacidos se les somete habitualmente a una prueba mediante una punción en el talón para detectar si pueden padecer hipotiroidismo (enfermedad que provoca graves alteraciones hormonales) o fenilcetonuria, (un trastorno heredado que afecta a la química del organismo y que, si no se trata oportunamente, provoca retraso mental).

En el caso de Castilla y León se instauró hace seis años una medida pionera en España para analizar también la posibilidad de que el recién nacido pudiera padecer fibrosis quística, una alteración genética que provoca enfermedad crónica que afecta a las zonas del cuerpo que producen secreciones. Esta enfermedad es detectada inicialmente en la misma punción del talón, pero si en esta prueba de obtiene un resultado positivo, entonces es necesario realizar al bebé un estudio genético más costoso y que, actualmente, sólo se realiza en Castilla y León y en Cataluña.

Tellería explicó a DICYT que del cribado que se realiza anualmente de 18.000 bebés suelen aparecer entre seis y ocho casos de hipotiroidismo, uno de fenilcetonuria y cuatro o cinco de fibrosis quística. 

La subvención aprobada hoy con la renovación del acuerdo asciende a 68.200 euros, y permite cumplir con uno de los objetivos específicos del área infantil recogidos en el II Plan de Salud de Castilla y León, que pretende potenciar la investigación sobre la detección de enfermedades genéticas.