Salud España , Salamanca, Viernes, 11 de junio de 2010 a las 16:33

El ácido oleico favorece el desarrollo de las neuronas

Una investigación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León apunta a la posibilidad de utilizar algún derivado del ácido oleico para retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer

José Pichel Andrés/DICYT Para la mayoría de los consumidores el ácido oleico ya resulta familiar, puesto que forma parte de muchos alimentos funcionales que se anuncian como beneficiosos para la salud. Esta sustancia, que debe su nombre al hecho de ser el principal componente del aceite de oliva, es objeto de estudio del equipo de José María Medina, científico del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl), que ha descubierto que se trata de un factor neurotrófico, es decir, que favorece el desarrollo y la supervivencia de las neuronas. Por eso, la investigación apunta a la posibilidad de que el ácido oleico o alguno de sus derivados pueda utilizarse para prevenir las enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

 

José María Medina ha explicado hoy esta línea de investigación en un seminario dirigido a otros miembros de la comunidad científica salmantina que se ha desarrollado en el Incyl. La influencia del ácido oleico en el sistema nervioso "nos sorprendió mucho", ha reconocido en declaraciones a DiCYT, porque "es una sustancia muy sencilla que está presente en todo el organismo". Sin embargo, los resultados han sido tan prometedores que "hemos volcado nuestro interés en este estudio, porque es muy prometedor", en el sentido de que algún día podría utilizarse este componente para prevenir las enfermedades neurodegenerativas. "Quizá no precisamente el ácido oleico, pero puede que sí algún derivado", puntualiza.

 

En concreto, el ácido oleico, como factor neurotrófico o neurotrofina que es, hace que crezcan los axones y las dendritas (prolongaciones de las neuronas), de manera que estas células nerviosas se pueden conectar unas con otras. "Las neuronas utilizan sustancias muy primitivas para comunicarse", sustancias como el ácido oleico, que "se encuentran en los vegetales desde hace millones de años y que permiten mandar una señal, una orden", explica el experto.

 

Sin embargo, este trabajo científico ha encontrado que el efecto de esta sustancia es limitado, influye principalmente en el desarrollo del sistema nervioso, pero no en personas adultas. "No podemos afirmar que por tomar ácido oleico mejore la salud de un adulto, pero sí que es importante que el niño y la madre que le alimenta a través de la leche materna tomen ácido oleico, porque va a favorecer su desarrollo intelectual", indica. Por el contrario, el cerebro adulto crea una barrera hematoencefálica que impide el paso de muchas sustancias y una de ellas es, precisamente, el ácido oleico.

 

En cualquier caso, el hallazgo de los científicos del Incyl "abre una puerta interesante para ver si pudiéramos pasar la barrera hematoencefálica con otras sustancias, de manera que al menos se retrasara la aparición de enfermedades neurodegenerativas".

 

En el contexto de la relación entre neuronas y glía

 

El campo de estudio de Medina se centra en la interacción entre los dos tipos de células más importantes del cerebro, las neuronas y las que forman parte de la glía, que es el soporte que le suministra el alimento a las primeras. "Esta interacción es muy importante para las enfermedades neurodegenerativas, puesto que es la glía la que reacciona ante los problemas del interior del cerebro, bien sea en forma de infección o degenerativo, como alzhéimer, párkinson y otras patologías. Nuestro interés es estudiar cómo la neurona reacciona a lo que hace la glía y cómo la glía reacciona a lo que le dice la neurona que haga", ha afirmado.

 

La glía está compuesta principalmente por astrocitos, unas células que tienen forma de astro. "Durante mucho tiempo fueron considerados secundarios porque la neurona era la protagonista, pero hoy sabemos que le ayudan a la neurona en todo, incluso en la transmisión del impulso nervioso, que es su gran función, de manera que sin astrocitos no podrían sobrevivir", apunta.

 

Al margen de la influencia del ácido oleico sobre el sistema nervioso, Median recuerda que los beneficios de este componente esencial del aceite de oliva son múltiples. "Está demostrado que retrasa el cáncer de mama, puesto que previene la aparición de este tumor aunque exista una predisposición a padecerlo", señala. En este sentido, "no podemos decir que el ácido oleico vaya a curar enfermedades, pero sí que la alimentación con él es beneficiosa", apunta. Entre otros beneficios demostrados, baja el colesterol en sangre, recuerda el especialista.

 

La proteína albúmina, beneficiosa en alzhéimer
 

Tras comprobar que el ácido oleico tiene una influencia positiva en las neuronas, la línea de investigación de José María Medina se ha centrado en la aplicación de este conocimiento al caso del alzhéimer, enfermedad que se caracteriza por la destrucción de estas células del sistema nervioso. El problema para aplicar esta sustancia en la protección de las neuronas es que la barrera hematoencefálica del cerebro adulto impide el paso de este ácido. Sin embargo, hay vías interesantes para vencer este problema. "La sustancia que hace que se sintetice ácido oleico es una proteína denominada albúmina. Esta proteína capta el beta-amiloide, que es el principal componente de las placas seniles que se forman en los casos de alzhéimer. Sin embargo, la albúmina evita que entre en las células. 

 

Un equipo de investigación de Barcelona que colabora con el Incyl ha descubierto que si aumenta la albúmina en sangre, disminuye el beta-amiloide en cerebro, así que en la actualidad evalúa si esto retrasa o no las habilidades cognitivas que se ven afectadas en alzhéimer. "Hay esperanzas de que la administración de albúmina elimine el beta-amiloide para evitar que afecte a las neuronas", señala Medina. Precisamente, esta investigación condujo a una publicación en la revista científica Journal of Alzheimer’s Disease que demostraba que la albúmina prevenía la entrada del beta-amiloide en neuronas, lo cual "es un salto adelante para conocer por qué la albúmina es beneficiosa en alzhémier".