Científicos de Salamanca destacan el papel de España en el "histórico" estudio el genoma del cáncer
José Pichel Andrés/DICYT Científicos del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca han destacado hoy la contribución española y en particular la salmantina al estudio del genoma del cáncer a través del International Cancer Genome Consortium, ICGC, un consorcio internacional en el que participan 11 países y cuyos primeros resultados vieron la luz ayer, 14 de abril de 2010, en un artículo científico la revista Nature. Entre los firmantes del artículo están dos expertos del CIC, Marcos González y Enrique de Álava, que califican este momento como "histórico" en la investigación contra el cáncer, puesto que determinar los genes responsables de las alteraciones propias de cada tumor supondrá abrir la vía para diseñar fármacos específicos. Los expertos españoles han logrado secuenciar cinco genomas completos de pacientes con leucemia linfática crónica, pero tendrán que hacerlo en 500 casos.
Esta investigación mundial pretende secuenciar genomas (en palabras de los científicos, "leer las bases del ADN") de los 50 tipos de cáncer más destacados, de manera que en total se "descifrarán" en total 25.000 genomas. "En el Proyecto Genoma Humano, que concluyó hace ahora 10 años, se tardaron otros 10 años en secuenciar un solo genoma", ha recordado Enrique de Álava, subdirector del Banco Nacional de ADN, director del Banco de Tumores e investigador principal del Centro del Cáncer. En su opinión, "esto quiere decir que la tecnología ha avanzado mucho, pero sólo un esfuerzo internacional puede llevar a cabo una empresa tan grande", destaca.
España se quedó fuera en el Proyecto Genoma Humano, de manera que ahora participa por vez primera en un acontecimiento científico de este envergadura, según el experto, lo cual se debe "a la experiencia clínica de España en el área de la leucemia linfática crónica", pero también a la creación de infraestructuras en los últimos años como la Red Temática de Investigación Cooperativa en Cáncer, RTICC (coordinada por Eugenio Santos, director del CIC) y el desarrollo de los biobancos, que almacenan muestras al servicio de la investigación y cuyos ejemplos se encuentran en Salamanca, al ser la sede del Banco Nacional de ADN, el Banco de Tumores del Centro del Cáncer y la Red Regional de Bancos de Tumores de Castilla y León, además del biobanco que se ha puesto en marcha recientemente en el complejo hospitalario de la ciudad.
Los científicos han destacado que, precisamente, el objetivo del consorcio internacional al repartirse la investigación es tratar los datos de una forma coherente, no duplicar esfuerzos, evitar lagunas y tratar los datos de la misma manera para ponerlos a disposición de la comunidad científica. En los cinco casos ya secuenciados "hemos visto ya algunas alteraciones que pueden condicionar la aparición de la enfermedad", ha destacado Marcos González, que además de pertenecer al CIC, trabaja con casos clínicos en el Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de Salamanca. Sin embargo, se muestra prudente, ya que, en su opinión podrían pasar hasta 10 años antes de que estos resultados puedan ser aprovechados por la industria farmacéutica para desarrollar nuevos fármacos frente a la leucemia linfática crónica.
Dianas moleculares
En cualquier caso, ése es el objetivo final, que la investigación "sea útil para el paciente". Para eso, es necesario que los datos que logren los científicos sean validados en cultivos celulares, primero, y con animales, más tarde, para observar con exactitud cuáles son las funciones de los genes que la secuenciación ha encontrado alterados en los enfermos. Esto supone hallar lo que técnicamente se denomina como dianas moleculares, es decir, moléculas concretas que intervienen en el desarrollo de los tumores, de manera que se puedan diseñar fármacos específicos contra ellas en lugar de recurrir a tratamientos agresivos que eliminan indiscriminadamente células sanas y tumorales, con el consiguiente daño para el paciente.
El proyecto internacional reúne a 200 científicos de 11 países (España, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, India, China, Japón y Australia), pero sigue abierto a nuevas colaboraciones, porque aún no son suficientes para abarcar los 50 tumores. La parte española, que está financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación a través del Instituto de Salud Carlos III, reúne a un equipo multidisciplinar de investigadores bajo la dirección de Elías Campo, del Hospital Clínic de Barcelona, y Carlos López-Otín, de la Universidad de Oviedo. En el artículo de Nature se citan 14 investigadores españoles, entre ellos, los dos del Centro del Cáncer de Salamanca.
La leucemia más frecuente
La leucemia linfática crónica es el tipo de leucemia más frecuente y afecta sobre todo a mayores de 60 años, registrándose entre 12 y 15 casos por cada 100.000 habitantes al año en España. Desde el punto de vista clínico, los casos son tan heterogéneos que varían entre "el pronóstico excelente con una esperanza de vida similar a la de una persona sana" hasta los casos graves, en los que la esperanza de vida se reduce a tres años. Uno de los problemas es el diagnóstico, ya que se trata de una enfermedad que en el 90% de las ocasiones es asintomática. Además, aunque no es hereditaria, "se han identificado grupos familiares con más casos de lo habitual", de manera que el avance de la investigación genética puede contribuir también a identificar a las personas proclives a desarrollar la patología, según los científicos.