Una nueva 'spin-off' comercializará células madre expandidas para su uso en terapias clínicas
CGP/DICYT Los catedráticos de la Universidad de Valladolid Ana Sánchez y Javier García Sancho han creado una spin-off en el marco del Proyecto de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa (T-CUE) de la Junta de Castilla y León, Citospin, que se dedicará a la comercialización de células madre expandidas para su uso en terapias clínicas y que posibilitará la cura de patologías cardiacas, oftalmológicas y ortopédicas. La nueva empresa, ubicada en el Parque Científico Universidad de Valladolid, surge del proyecto iniciado por ambos catedráticos en 2003 con la ayuda de la Confederación de Cajas de Ahorro de Castilla y León para la construcción de una Unidad de Producción Celular de ambiente controlado o Sala Blanca y la implantación del sistema de calidad farmacéutico GMP en el Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM), obligatorio para proveer de células madre a los ensayos clínicos.
Como explica en declaraciones recogidas por DiCYT Ana Sánchez, en ese momento el equipo tuvo que adaptarse rápidamente a los nuevos requerimientos europeos, que exigían a las células expandidas un nivel de calidad similar al de los medicamentos. La adecuación a la nueva legislación supuso la transformación de la Unidad en laboratorio farmacéutico, un perfil que permitió la comercialización de este tipo de producto dirigido a los ensayos clínicos que, financiados por el Ministerio de Sanidad y Política Social, se pusieron en marcha en las áreas clínicas de cardiología, oftalmología y ortopedia.
En este sentido, la creciente demanda de productos celulares para diversas aplicaciones ha hecho necesaria la ampliación de las instalaciones de producción al Edificio I+D del Parque Científico. De este modo, en los dos últimos años se la construido con la ayuda de varias Instituciones y acreditado con la ayuda de la Junta de Castilla y León y el Instituto de Salud Carlos III, una nueva Sala Blanca con mayor capacidad de producción y diversificación de productos celulares.
La nueva Unidad ubicada en el Parque Científico forma parte de la plataforma de Producción Celular para Uso Clínico de la Red de Terapia Celular y el Centro en Red de Medicina Regenerativa de Castilla y León y está acreditada para proveer, en concreto, tres productos farmacéuticos: células mesenquimales de médula ósea, células del limbo corneal y equivalentes cutáneos o piel artificial.
Con estos tres productos se están realizando cuatro ensayos clínicos aplicados a la regeneración cardiaca en colaboración con el Instituto de Ciencias del Corazón (Icicor) y Hospital Clínico Universitario de Valladolid; uno a ceguera corneal junto con el Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA); uno sobre úlceras de pie diabético en con el Hospital Clínico y el Hospital General de Asturias, y uno acerca de la degeneración del disco intervertebral en colaboración con el Centro Médico Teknon de Barcelona.
Producción de células madre
Ana Sánchez detalla qué son y cómo se obtienen las células madre. “Una célula madre es una célula que cuando está en el nicho adecuado, con el microambiente y los factores precisos es capaz de desplegar tres propiedades: dividirse, diferenciarse y autorenovarse”. La célula troncal o madre, al dividirse, tiene dos células, “una da un paso en un compromiso de diferenciación determinada y la otra es igual a la progenitora”. De este modo, la célula al dividirse “se diferencia, y autorenueva el nicho de células troncales y así tenemos una capacidad regenerativa continua en nuestro organismo”.
En cuanto a dónde se encuentran las células madre en la vida adulta, la investigadora destaca que se ha descubierto “que están en casi todos los tejidos”. Uno de ellos es la grasa profunda, otro el tejido cardiaco “donde en determinadas circunstancias puede haber nichos de células madre que ayudarían a la regeneración cardiaca después de una lesión”; otras las células madre del músculo, que permiten que durante la vida el músculo se renueve y crezca, y otro es un tejido en el que se creía que no estaban presentes, en el sistema nervioso. “Hay céululas madre que están quiescentes, normalmente, y que están bordeando unas cavidades que contienen líquido céfalo raquídeo que son los ventrículos cerebrales”, apunta.
No obstante, las células madre han sido más estudiadas y tienen un acceso más sencillo en la médula ósea, “esa caja de seguridad en la cual las células que producen la sangre están continuamente dividiéndose a lo largo de la vida”. Según recuerda Sánchez, en la actualidad sabemos que en la médula ósea hay más linajes de células madre aparte de los que producen sangre. Uno de ellos, de especial interés para los investigadores vallisoletanos, es el de las células de soporte de la médula ósea, “células estrelladas que están creando el nicho y pueden soportar toda la capacidad de hacer sangre de la médula ósea”. Esas células madre mesenquimales son muy importantes ya que pueden extraerse y expandirse en cultivo y, en un determinado nicho o en unas determinadas condiciones, se pueden diferenciar hacia tejidos como el hueso, el cartílago o la grasa.
Cultivo de células madre mesenquimales
En el proyecto iniciado hace 10 años por los impulsores de Citospin se comenzaron a tomar células de la médula ósea a partir de un aspirado medular. Esta fracción heterogénea contiene muchas células, entre ellas las mesenquimales, que se siembran en el laboratorio, se cultivan y se expanden para su empleo en distintos protocolos clínicos. Estas células se han aplicado en varias terapias clínica y, en estos momentos, nutren a la terapia iniciada en la clínica Teknon de Barcelona sobre “una patología tremendamente frecuente, la insuficiencia discal”. En este sentido, se ha concluido el ensayo clínico y ya hay pacientes que se están beneficiando del tratamiento. Tal y como avanza la doctora Ana Sánchez, el próximo paso será previsiblemente la aplicación de estas células madre a la regeneración articular.