Alimentación España , León, Martes, 24 de noviembre de 2009 a las 13:50

Una empresa apícola leonesa pretende encontrar en 2011 medicamentos de carácter ecológico para abejas

El proyecto de I+D+i quiere proteger a una especie "olvidada por las grandes farmacéuticas"

AMR/DICYT Una empresa apícola leonesa, Miel Ecológica Urzapa, ha comenzado este año un proyecto de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) con el fin de encontrar a partir de 2011 medicamentos de carácter ecológico para abejas, un mercado al que no llegan actualmente las farmacéuticas, según los promotores de la idea. La iniciativa está desarrollada conjuntamente con el laboratorio Apinevada, con sede en Granada. Las abejas melíferas están sometidas a diferentes enfermades, pero la normativa europea establece una serie de requisitos fitosanitarios que no se deben sobrepasar si la producción quiere llevar la etiqueta de 'producción ecológica'.

 

El Reglamento Europeo 834/2007 establece en materia de tratamiento fitosanitario, entre otras cosas, que no se podrán utilizar en las explotaciones ecológicas antibióticos o medicamentos de síntesis, lo que cierra las puertas a varios fármacos utilizados por los apicultores convencionales. El proyecto de I+D+i de la empresa apícola, según explica a DiCYT su responsable, Urbano González Escapa, pretende proteger sanitariamente a una especie "olvidada por las grandes farmacéuticas de forma general". Entre los agentes patógenos que ponen en peligro la salubridad de las abejas y, por tanto, la rentabilidad de las explotaciones apícolas, se encuentran ectoparásitos, bacterias, hongos, polillas y, de forma más generalizada, pesticidas y animales que causan problemas a las colmenas.

 

La empresa mantiene abiertas otras dos líneas de I+D+i paralelamente. Una, realizada junto al laboratorio Ocer, de León, pretende la optimización de la producción ecológica de una substancia que se puede utilizar como antibiótico: el propóleo. Las abejas la obtienen de las yemas de los árboles y con ella recubren las paredes de la colmena. Esta resina pura puede utilizarse como medicamento para el sistema inmunológico y cremas para los seres humanos. Los primeros resultados verán la luz a partir de 2011. La segunda es la búsqueda de mejores asentamientos para nuevas colmenas a través de técnicas de radioestesia. La radioestesia o rabdomancia es la actividad que realizan los zahoríes para detectar corrientes de agua en el interior de la tierra a través de una horquilla.

 

Reconversión

 

González Escapa, galardonado por el Premio Biodiversidad 2008 del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, mostró hoy en la Escuela Superior y Técnica de Ingeniería Agraria (Estia) de León, divulgó hoy los métodos de producción ecológica entre los futuros agrónomos. En la actualidad, dos empresas realizan labores de apicultura ecológica en la provincia de León, agrupadas en la Asociación de Productores Ecológicos del Sur de León (Aesurle). González Escapa estima que el sector emplea a entre 250 y 400 apicultores en la provincia y que, "en el contexto económico actual", "hay que sopesar cuál es el pico de explotación de las producciones ecológicas", porque prevé una evolución del sector hacia la catalogación ecológica.

 

El reglamento europeo que regula las producciones apícolas ecológicas establece, además de parámetros fitosanitarios, otras restricciones. Así, los productores deben utilizar colmenas de materiales nobles, fundamentalmente de madera; barnizados con productos no químicos; pinturas sin plomo; ceras de origen ecológico; y que en un radio de acción de un kilómetro no existan explotaciones ganaderas ni cultivos convencionales. El sistema ecológico, según relata González Escapa, "permite a las abejas una mejora calidad de vida, un ambiente no contaminado y más trabajo y empleo por más tiempo". Las empresas que quieran reciclarse hacia este sector emergente tienen un periodo de un año para la conversión.