Salud España , Salamanca, Viernes, 04 de febrero de 2011 a las 13:39

Un proyecto investiga la regeneraci贸n 贸sea en Odontolog铆a

Un estudio de la Cl铆nica Odontol贸gica de la Universidad de Salamanca ensaya una novedosa mezcla de compuestos para estimular la creaci贸n de hueso

José Pichel Andrés/DICYT Científicos de la Clínica Odontológica de la Facultad de Medina de la Universidad de Salamanca están inmersos en una línea de investigación que busca facilitar la regeneración ósea en la zona periodontal. El gran problema al que se enfrentan los dentistas a la hora de realizar implantes es la falta de hueso que dé soporte para realizar una cirugía con éxito. Por eso, el objetivo de los investigadores es lograr que la reparación ósea se acelere y, por lo tanto, acortar los tiempos de tratamiento. La clave está en averiguar cómo tratar el hueso y qué hay que hacer para que cicatrice antes y tenga una buena calidad, con el objetivo último de que en un futuro salgan beneficiados los pacientes odontológicos.

 

Los investigadores Antonio López-Valverde Centeno y Javier Montero Martín codirigen varios proyectos en este campo, dos de ellos han despertado el interés de casas comerciales con las que ya han firmado contratos de investigación y una tercera se encuentra en una fase más experimental pero que podría ser mucho más relevante en un futuro próximo.

 

Esta prometedora línea experimental trata de analizar la regeneración ósea en huesos de conejo. El ensayo consiste en aplicar un biomaterial sintético denominado KeraOs (betafosbato tricálcico), que fomenta la creación de hueso, mezclado con una solución de alendronato (un bifosfonato) y que está comercializado para otros fines, como frenar la osteoporosis. La idea es que la mezcla de ambos productos puede estimular indirectamente la regeneración ósea.

 

"El alendronato no es un osteogénico", señala Montero, es decir, no genera hueso, "pero inhibe a los osteoclastos, que son las células que lo destruyen, de tal manera que su presencia produce un desequilibrio a favor de la creación de hueso".

 

Combinación inédita

 

De acuerdo con estudios anteriores, los científicos prevén que los resultados vayan a ser positivos basados en experiencias de otros grupos con ratas. Sin embargo, no se sabe cuánto tiempo es necesario para que funcione, teniendo en cuenta que lo más novedoso es la mezcla del alendronato con el betafosfato tricálcico, una combinación inédita en la literatura científica.

 

La fase experimental está en su recta final a la espera de completar el estudio con un número significativo de casos, puesto que el animalario de la Universidad de Salamanca con el que trabajan tiene una capacidad limitada y este ensayo requiere seguimientos de hasta tres meses en cada uno de los conejos.

 

Sin embargo, los otros dos proyectos están en una fase más madura de la investigación y han permitido que los científicos firmen contratos con dos empresas catalanas interesadas en el desarrollo de nuevos productos en el ámbito de la implantología, Impladent y Microdent. En estos casos, los animales con los que se experimenta son perros Beagle. “Lo que buscan las casas comerciales es que cuando haya defectos naturales se pueda rellenar con un cemento biocompatible y que el hueso lo acepte bien”, indica López-Valverde.

 

Titanio o zirconio

 

El primero de los proyectos se ocupa de reparaciones óseas en defectos creados en animales después de extracciones de piezas dentarias. El segundo trata de subsanar esos mismos defectos colocando implantes y, a su alrededor, materiales regenerativos.

 

Una de las claves está en la comparación entre titanio y zirconio para realizar las reparaciones dentales. "Tradicionalmente el material de implantología ha sido el titanio, aunque hay descritos otros muchos", explica López-Valverde. El zirconio es mucho más novedoso, se trata de un material cerámico, es blanco y tiene ventajas como que no se corroe, "imita más al diente estéticamente e imita más la naturaleza una estructura cerámica mineral que una metálica", apunta Montero. De hecho, es mucho más biocompatible que el titanio, pero hasta ahora ha habido inconvenientes mecánicos, sobre piezas, aditamentos y mecanismos que sólo ahora se empiezan a solucionar, según los investigadores. También influye aquí el compuesto KeraOs para valorar qué superficie de implante funciona mejor en contacto con este compuesto.

 

El Departamento de Cirugía colabora en estos proyectos a la hora de realizar intervenciones en los animales. Después, tanto en el caso de la investigación experimental en conejos como en los proyectos con perros, es necesario examinar exhaustivamente los resultados. Por eso, en el Departamento de Histología, el profesor Francisco de Paula Collía participa también como experto en el análisis de la regeneración ósea a través de técnicas sin tener que descalcificar el hueso.

 

Una máquina de precisión realiza cortes laminares a los que se aplican diferentes tipos de tinciones, de manera que las imágenes al microscopio informan de manera inequívoca de parámetros como la calcificación, el crecimiento óseo o el grado de integración.

 

Los ensayos con pacientes podrían iniciarse pronto 
 

La Clínica Odontológica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca se está consolidando como un referente en Castilla y León y comienza también a serlo fuera como demuestra el interés de las empresas catalanas, sobre todo porque “estamos especializados en una línea que en otras universidades no se explota”, afirman los investigadores del grupo.

 

El interés viene dado por la posibilidad de aplicar a pacientes humanos nuevas técnicas que resuelvan los defectos óseos que se puedan crear alrededor de un implante, por ejemplo, la periimplantitis o piorrea, que es la destrucción del hueso que soporta al implante y que se produce como resultado de una inflamación o infección bacteriana.

 

Tras realizar los ensayos oportunos con animales, “el siguiente paso sería tratarlo en pacientes con problemas graves, por ejemplo, que se quieren poner implantes cuando no hay hueso” indica Antonio López-Valverde. Aunque en las consultas ya se trabaja con una serie de técnicas consolidadas para lograrlo, las nuevas sustancias que aceleran el crecimiento pueden ayudar mucho. “Hay personas que necesitan rehabilitarse con implantes y no tienen hueso”, señala el experto, basado en una amplia experiencia clínica que ahora traslada al campo de la investigación. Además, “cualquier persona de cierta edad ha perdido una cantidad importante de hueso”, señala.

 

La ventaja de la línea de investigación que sigue el grupo radica en que ya está comprobado científicamente que sus materiales de trabajo son seguros. “Se trata de productos ya comercializados, así que el traslado a ensayos clínicos sería rápido”, afirman, al contrario de lo habitual en todas las ramas de la Biomedicina, ya que el salto a la realización de estudios clínicos requiere de muchas investigaciones previas cuando se trabaja con sustancias nuevas.

 

Además, “la estructura ósea del maxilar inferior de los perros Beagle es muy similar a la humana”, señalan los investigadores, por eso, se ha utilizado este modelo animal desde los orígenes de la implantología dental.

 

Las diferencias también son evidentes, ya que el perro no consume azúcar y no fuma, pero “teóricamente, si el ensayo funciona en un animal que nunca se cepilla y que desarrolla más fuerza dental que la nuestra, va a funcionar mejor en humanos”, declaran.

 

El caso de la regeneración ósea en conejos es más novedoso pero está más alejado de la práctica clínica, puesto que se ha realizado en tibia, es decir, un medio no dental que podría tergiversar los resultados. Por eso, es necesario realizar ensayos bucales que incorporen contaminación microbiana, puesto que “toda boca está llena de vida microscópica” al margen de la higiene de cada persona.

 

El motivo de haber realizado los primeros ensayos en otro tipo de hueso es aislar por completo todos los factores que pueden influir en esta incipiente investigación a la espera de futuros pasos.