Salud Brasil , Brasil, Jueves, 04 de febrero de 2016 a las 12:13

Un estudio muestra cómo escapa el virus del herpes del núcleo celular

Un complejo proteico ayuda al virus a huir de la célula luego de reproducirse, permitiendo así que la infección avance. Resultados publicados en 'Cell' abren el camino hacia la búsqueda de inhibidores

AGENCIA FAPESP/DICYT El mecanismo que utiliza el virus del herpes (VHS-1) para escapar del núcleo de la célula huésped luego de replicarse aparece descrito en dos artículos publicados en la revista Cell.

 

Su estrategia consiste en secretar dos proteínas –la pUL31 y la pUL34– que interactúan formando una vesícula. Ese complejo proteico recubre al virus y lo transporta hacia fuera del núcleo, permitiendo así que éste infecte a una nueva célula y que la enfermedad progrese.

 

“El conocimiento de este mecanismo abre una puerta hacia nuevos estudios orientados a descubrir se existen otros tipos de virus y otras moléculas que son transportados fuera del núcleo de la misma manera. Asimismo, permite pensar en compuestos capaces de inhibir la síntesis de esas proteínas y, de este modo, impedir el escape viral y el avance de la infección”, afirmó la brasileña Juliana Cheleski Wiggers, integrante del equipo internacional de investigadores encabezado por Kay Grünewald, en la Universidad de Oxford, en el Reino Unido.

 

Con el apoyo de la FAPESP, Cheleski Wiggers realizaba su posdoctorado en el Instituto de Física de São Carlos de la Universidad de São Paulo (IFSC-USP) cuando, en 2014, tuvo la oportunidad de realizar una pasantía en el laboratorio de Grünewald durante un año.

 

En el Reino Unido aprendió un conjunto de técnicas de microscopía electrónica, tomografía y fluorescencia que el grupo utilizó para develar el mecanismo de fuga del virus del herpes.

 

Al igual que todos los demás virus, el VHS-1 es un parásito celular. Para reproducirse necesita infectar a la célula blanco, e introducir su material genético en el interior de ésta.

 

El virus pasa entonces a controlar el metabolismo celular, inactivando la mayor parte de los genes y valiéndose de sustancias existentes en el medio intracelular para multiplicar su propio material genético y fabricar cápsidos, una especie de capa de proteínas que recubre a los ácidos nucleicos de los nuevos virus que se generan.

 

Una vez concluido el proceso de reproducción, el patógeno original y sus copias deben salir del núcleo para buscar nuevas células.

 

“Este proceso de salida resulta crucial para el avance de la infección, por eso decimos que es el estadio más infectivo del ciclo de vida viral. Muchos virus logran escapar por los poros nucleares, cosa que es imposible para el VHS-1, debido a que es muy grande”, dijo Cheleski Wiggers.

 

Mientras que los poros nucleares tienen entre 39 y 40 nanómetros, comentó la investigadora, el VHS-1 tiene alrededor de 120 nanómetros. Un nanómetro corresponde a una milmillonésima parte de un metro.

 

En el artículo publicado en noviembre en Cell, el grupo de Grünewald describe paso a paso el proceso de formación del complejo proteico que ayuda al VHS-1 a escapar del núcleo celular, conocido como NEC (nuclear egress complex).

 

En tanto, en el artículo de diciembre, los investigadores describen la estructura cristalográfica del complejo formado por las proteínas, el conocimiento fundamental para poder pensar en el desarrollo de inhibidores.

 

“La estructura de esas dos proteínas es muy poco común y no se encuadra en las clasificaciones existentes”, afirmó Cheleski Wiggers.

 

La enfermedad

 

En general el virus VHS-1 está más bien asociado a casos de herpes labial, en tanto que VSH-2 lo está al herpes genital. En ambos casos, la infección suele ser recurrente, es decir, va y vuelve espontáneamente. Sucede que el virus se esconde dentro de células del sistema nervioso, lo cual dificulta su eliminación a cargo del sistema inmunológico.

 

Las recidivas, normalmente, ocurren en períodos de baja inmunidad, la cual puede verse favorecida por factores tales como la exposición solar intensa, el estrés emocional, la menstruación y diversos traumas.

 

Uno de cada cinco adultos es portador del VSH-2, y más de la mitad de la población tiene el VHS-1. Así y todo, muchos portadores no tienen síntomas.