Un equipo del CSIC desarrolla un alimento probiótico para las personas con intolerancia a la lactosa
IR/DICYT Un equipo del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), perteneciente al CSIC, ha patentado un alimento funcional probiótico elaborado a partir de frutos secos fermentados, como las almendras, avellanas y chufas. El producto final se presenta como una alternativa a la leche y sus derivados para aquellas personas que presentan intolerancia a la lactosa.
Este nuevo alimento, cuyo aspecto es muy parecido al del yogur líquido, presenta además numerosos aspectos beneficiosos para la salud, pues contiene ácidos grasos Omega3, indicados para personas con problemas cardiovasculares, y fitoesteroles, que ayudan a controlar el colesterol.
Estas propiedades beneficiosas se deben en gran parte a sus ingredientes. Los frutos secos empleados tienen un alto poder nutricional al ser ricos en ácido fólico y vitaminas E y B, estas últimas no presentes en la leche, y al contener ácidos grasos polinsaturados. A estas características intrínsecas al producto se añaden las bacterias probióticas como el bífidus y el lactobacilus acidofilus, que se incorporan al producto durante el proceso de fermentación y que aportan beneficios al sistema inmune del consumidor.
Sabor agradable
Frente a algunos de los productos similares existentes en el mercado, el alimento desarrollado por el IATA tiene un sabor agradable derivado de los frutos secos empleados. Aunque en función de los ingredientes empleados se pueden conseguir distintos matices de color y sabor, el resultado final y su textura siempre resultan agradables, según afirman sus creadores. Esto supone una gran ventaja frente a los derivados de la soja actuales, principal alternativa a la leche.
Todas estas características han motivado la concesión del primer premio de la II Edición del Proyecto Bioemprenda, iniciativa de la Consellería de Empresa, Universidad y Ciencia de la Comunidad Valenciana, en colaboración con la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (Cierval) y Vitalia Consulting, y financiada por la empresa Natraceutical.
Parte del éxito del proyecto se debe al aumento de la comercialización de este tipo de alimentos, denominados funcionales, que incorporan una serie de componentes beneficiosos para el organismo y la salud. Este tipo de productos, en el ámbito de los lácteos y similares, ha alcanzado un notable volumen de mercado en países como Japón, donde incluso ha llegado a superar al yogur. En Europa, el mayor mercado de yogur del mundo, también se van introduciendo de forma paulatina, lo que ha llevado a los responsables del nuevo producto a considerar la posibilidad de la exportación.