Nuevos avances en la lucha contra la diabetes
INFOUNIVERSIDADES/DICYT Un proyecto de investigación del Giomm (Grupo de Investigación en Osteopatías y Metabolismo Mineral) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), descubrió una técnica para evitar los efectos adversos de la rosiglitazona. Esta droga es utilizada en el tratamiento de la diabetes mellitus, una enfermedad crónica muy frecuente que en los últimos años ha alcanzado proporciones de epidemia. En la actualidad, la diabetes afecta a 150 millones de personas en el mundo y causa alrededor de 5 millones de muertes por año. Si bien los especialistas coinciden en que la risoglitazona es un medicamento muy eficaz para el tratamiento, puede ejercer efectos nocivos sobre el hueso y conducir a una acelerada pérdida ósea.
“Los médicos, como primer accionar, controlan la glucemia del paciente, para lo que la rosiglitazona es muy efectiva; el deterioro del hueso es un problema secundario en este tipo de pacientes. En función de este diagnóstico, empezamos a buscar combinaciones y descubrimos que la metformina tiene un efecto adverso, que estimula la formación del hueso y la reparación. Por eso la combinamos con rosiglitazona, y las pruebas en animales de experimentación han sido exitosas”, explicó Ana Cortizo, a cargo del equipo del Giomm.
Los frutos de la investigación resultan de suma utilidad para el diseño de nuevos tratamientos en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 o síndrome metabólico, que afecta al 20% de la población adulta mundial. El síndrome metabólico (SM) es un grupo de alteraciones que incluyen obesidad, intolerancia a la glucosa, dislipemia e hipertensión. Se presenta en más del 20% de la población adulta de países en desarrollo, por lo que se ha convertido en un verdadero problema de salud pública. Aumenta con la edad y se asocia con alto riesgo de diabetes y enfermedad cardiovascular. Se sabe que existe una asociación entre la diabetes mellitus y alteraciones esqueléticas, y en el SM podría existir también un mayor riesgo de fracturas.
“Los tratamientos de estas enfermedades comprenden el uso de agentes insulino-sensibilizantes, como la metformina y los de última generación, las tiazolidendionas (TZD). Sin embargo, estudios preclínicos demuestran que la rosiglitazona (una TZD) puede ejercer un efecto desfavorable sobre el hueso. Nosotros estudiamos los mecanismos a través de los que estas drogas insulino-sensibilizantes regulan el metabolismo del hueso, usando modelos de cultivo de células óseas de rata, y modelos de animales con diabetes o síndrome metabólico“, contó Mc Carthy.
El proyecto fue consagrado como uno de los más relevantes de América, en el Congreso de Endocrinología Americano 2009, que se realizó en Washington, EEUU, y en el que se presentaron más de 10.000 exposiciones de investigadores de toda América. Los avances, además de ser reconocidos por los especialistas de la endocrinología de todo el continente, fueron publicados en el Journal of Bone and Mineral Research, la revista más importante sobre huesos en el mundo.
Grupo Giomm
Si bien el Giomm existe como grupo de investigación desde hace cinco años, su directora, la doctora Cortizo, y su codirector, Antonio Mc Carthy, entre otros especialistas del equipo, trabajan en diabetes desde hace más de 15 años y fueron los primeros en Argentina en abordar las alteraciones óseas en pacientes con diabetes y síndrome metabólico, y en demostrar los efectos directos de algunas drogas que son parte de los tratamientos de estas enfermedades sobre el hueso.
Debido al interés que despertó esta investigación, el Giomm recibió un aporte de más de medio millón de pesos de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica del ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, para acceder a equipamiento de avanzada y contratar becarios.
Los estudios son apoyados económicamente también por la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, la Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires y el laboratorio farmacéutico Química Montpellier.