Lubricante a base de cebolla es ideal para cortar superficies
UN/DICYT El lubricante que se usa en procesos industriales de corte y que es altamente contaminante podría sustituirse por fluidos como el producido por la cebolla. Así lo han establecido investigadores de los grupos Tribología y Superficies y Bioprocesos y Flujos Reactivos de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional (UN) en Medellín; pues las exploraciones hechas sobre sus bondades químicas les han permitido extraer fluidos lubricantes que exhiben un desempeño similar al de los convencionales y sin ser tóxicos para el medioambiente.
Natalia Jaramillo, integrante del grupo, explica: “entre el 75% y el 85% de los fluidos de corte producidos en el mundo son de base mineral; estos pueden causar serios problemas ambientales y enfermedades ocupacionales en los operarios que tienen contacto con ellos”.
Pero los problemas se minimizarían usando aceites de base vegetal, que —debido a su biodegradabilidad, baja volatilidad y altos índices de viscosidad— permiten reducir los niveles de polución ambiental mientras mantienen la eficiencia en los procesos de corte.
Los procesos experimentales han demostrado que algunos compuestos vegetales del bulbo de cebolla (como ácidos grasos, carbohidratos y proteínas) tienen un comportamiento especial en la lubricación.
Los científicos creen que estos compuestos crean capas protectoras sobre las superficies involucradas en el proceso de remoción de material, lo que aumenta la vida útil de la herramienta y perfecciona el acabado superficial de la pieza.
La metodología ha consistido en extraer y efectuar la caracterización física y química de los compuestos de lubricación, para luego probarlos en ensayos tribológicos de perforación cuyo fin es obtener datos de desgaste en la herramienta de corte y coeficientes de fricción entre superficies en contacto.
Según Diana López, docente del Departamento de Ingeniería Mecánica de la UN en Medellín, esta iniciativa hace parte de una tendencia mundial que busca disminuir los impactos negativos de los fluidos convencionales usándolos en menores cantidades y teniendo en cuenta que la zona en la que se da la remoción de material es reducida.
El proyecto se desarrolla desde el año 2010 y ha contado con la participación de estudiantes de pregrado (Marcos Sepúlveda, Rodrigo Montes, Carolina Peláez, Mauricio Grisales, Natalia Jaramillo, Cristian Duque) y posgrado (Migdalia García).
Su objetivo, en fases posteriores, es examinar materias primas de tipo no alimenticio que hagan más eficiente la extracción de compuestos lubricantes.