Los nuevos conocimientos sobre cronobiología y cronoterapia ayudan a mejorar la administración de fármacos a los pacientes
JPA/DICYT Los avances en los conocimientos sobre cronobiología y cronoterapia están ayudando a mejorar la administración de fármacos a pacientes con todo tipo de patologías. Estas teorías se basan en la existencia de relojes biológicos que hacen que el organismo humano viva al ritmo de determinados ciclos naturales que influyen en la secreción de enzimas o en las hormonas. Por lo tanto, los efectos de un medicamento pueden variar dependiendo del momento en que se administren, según han puesto hoy de manifiesto diversos especialistas en Salamanca.
El doctor Juan Manuel Cucalón Arenal, moderador de una mesa de debate sobre cronobiología y cronoterapia en el marco del XIV Congreso Nacional y VIII Internacional de la Medicina General Española, ha explicado a DICYT que "todas las funciones del cuerpo están reguladas por el ritmo circadiano, es decir, el del día y de la noche, que marca la actividad y el reposo". Esto es así incluso en quienes tienen hábitos de vida distintos a los comunes y, por ejemplo, trabajan de noche, ya que "el ser humano está determinado genéticamente y lo que ocurre con estas personas es que su reloj biológico puede funcionar mal, algo que también hay que tener en cuenta", señala.
Atacar el colesterol por la noche
"La misión del médico es buscar la mejor manera de atacar la enfermedad, algo que habitualmente se realiza con fármacos. En ese sentido, hay estudios que indican que cuáles son las mejores horas para conseguir una mejor biodisponibilidad", término que hace referencia a la dosis de un medicamento que realmente llega al órgano o tejido donde lleva a cabo su acción. En ese sentido, Cucalón pone como ejemplo los fármacos indicados contra el colesterol, que para una mayor efectividad deben ser administrados en una hora cercana a la noche. "Se está haciendo hincapié en el estudio de las funciones fisiológicas, en el sentido de cómo se produce la síntesis de determinadas proteínas", explica.
Para profundizar en el conocimiento de los relojes biológicos y su interacción con distintos tratamientos, en la actualidad existen dos líneas de investigación en este campo, según el especialista. Por un lado, la cronobiología trata de analizar las funciones fisiológicas y sus variaciones a lo largo de las horas o los días. Por otro, la cronoterapia intenta adecuar los tratamientos a estos ritmos.
Sin embargo, los relojes biológicos no se quedan únicamente en el ritmo circadiano, del día y de la noche, sino que también existen ciclos mensuales y ciclos inferiores a 24 horas. Una de las estadísticas más llamativas es que más de 60% de los infartos del corazón se producen entre las 6 y las 12 de la mañana. "La presión arterial sufre una elevación en el momento de despertar", apunta Cucalón, "pero cada persona puede presentar casos distintos, por eso, lo ideal antes de suministrar un fármaco sería saber si la tensión de un paciente es igual por la mañana que por la noche o es más alta a una hora concreta del día y así decidir si la toma se tiene que producir sólo por la mañana, sólo por la noche o tiene que ser doble", indica.