Alimentación España , Ávila, Jueves, 10 de julio de 2008 a las 10:33

Los misterios del cielo, al alcance de todos

El Centro Medioambiental de San Nicol谩s de 脕vila acoge las I Jornadas de Observaci贸n Astron贸mica

Marta Martín Gil/DICYT Anochece sobre Ávila y el cielo va adoptando los característicos colores rojos, dorados y lilas que tantas veces cubren los cielos castellanos. Está algo cubierto, pero aún así, poco a poco comienzan a aparecer algunos puntos luminosos, que en sólo unos minutos se habrán multiplicado por diez y en cuestión de horas, por cien. Será una buena noche para la contemplación astronómica, por lo que los organizadores de las I Jornadas Astronómicas que han arrancado en la capital abulense están de enhorabuena.

 

La cita es a las diez de la noche, pero un poco antes ya se ha congregado en el Centro Medioambiental de San Nicolás un buen número de personas, la mayoría de ellas profanas en la materia y algunas de ellas portando sus propios telescopios y prismáticos, válidos también para descubrir los misterios del cielo. Y allí ha llegado también Fernando Fernández, miembro de la Agrupación Astronómica de Madrid, que será uno de los encargados de guiar la observación en la primera noche de las jornadas.

 

Es él el que explica a los presentes que antes de comenzar a contemplar astros, constelaciones y satélites conviene aprender a conocer el cielo ‘sobre el papel’. “Para ello es necesario un planisferio”, comenta Fernando, que indica también que a simple vista también se puede comenzar a encontrar constelaciones y estrellas, así como a visualizar algunos planetas y sus cambios.

 

Luna nueva

 

La primera noche de observación de San Nicolás es de luna nueva, es decir, oscura al no reflejar el satélite de la tierra la luz del sol, por lo que es un buen momento para “contemplar objetos del cielo profundo, objetos cuya luz es más débil”, como asegura el astrónomo. En cambio, las noches de luna llena, en las que también se celebrará este tipo de encuentros, lo mejor que se puede hacer es disfrutar de la propia luna, de sus cráteres y sus mares, que no son otra cosa que zonas oscuras de lava, como aclara el experto, que señala también que, de hecho, la geografía de la luna es tan extensa que puede seguirse con ciertos mapas.

 

“Todo esto se puede ver con telescopios bastante pequeños”, comenta Fernando, “aunque, eso sí, yo recomiendo que para mirar la luna se empleen gafas de sol, porque a través de la lente brilla mucho y puede llegar a hacer daño”.

 

Con estas pequeñas lecciones aprendidas comienza la observación en sí. Ayudado por un potente puntero láser, especial para estas actividades, Fernando indica a los aficionados a la astronomía que lo primero que debe hacerse es encontrar la Estrella Polar, “que sirve para poner en posición el telescopio y que pertenece a la Osa Menor”. Esa estrella, además, indica el norte, por lo que su descubrimiento es fundamental para comenzar a moverse en el cielo.

 

“Las constelaciones son dibujos que nosotros tenemos en la cabeza, pero las partes que las componen no tienen relación física”, apunta Fernando, que va descubriendo algunos de esos dibujos, como la constelación de Capricornio.

 

Temporada de invierno y verano

 

Como recalca el astrónomo, a la hora de ponerse a estudiar el cielo hay que tener siempre en cuenta la época del año en la que se está, si es verano o invierno. “En cualquier caso, siempre es buena época para mirar el cielo”, comenta, “pero teniendo en cuenta que esas constelaciones se trasladan durante todo el año, por lo que no todos los objetos pueden verse en todo momento”.

 

Sí se pudo ver en ese primer encuentro astronómico dos de los planetas más curiosos de todo el firmamento. En primer lugar, y casi a simple vista, aparece en el cielo Marte, con su característica tonalidad rojiza. Y en segundo lugar, aunque ayudados en este caso por un potente telescopio, Saturno y sus eternos anillos. “Pero esos anillos van a dejar de verse a partir de 2009 durante una larga temporada”, aclara el astrónomo, “ya que por el movimiento del planeta se colocaran en una posición tan de canto que serán inapreciables durante meses”.

 

¿Y es Ávila una buena zona para llevar a cabo este tipo de observaciones astronómicas?, preguntamos al experto. “El cielo de Ávila está bien, porque el núcleo de la población está muy reducido”, indica Fernando, que aún así aprovecha la ocasión para denunciar la cada vez mayor contaminación lumínica a la que tienen que hacer frente los pueblos y ciudades españolas. “Habría que concienciar a los ayuntamientos para que pusieran farolas no contaminantes, con lo que se podría aprender mucho más de nuestro cielo”, finaliza su argumentación.

 

Tras un pequeño descanso en verano, las Jornadas de Observación Astronómica de San Nicolás se retomarán el próximo mes de septiembre, los días 15, 16, 29 y 30.