Salud España , Valladolid, Viernes, 17 de junio de 2011 a las 16:53

Los expertos advierten que la mitad de los menores violentos necesita ayuda psiqui谩trica

A su juicio, las videoconsolas y los juegos han cambiado la percepci贸n de la realidad entre los m谩s j贸venes que aceptan como normales conductas agresivas

CGP/DICYT El porcentaje de sentencias judiciales relacionadas con actos violentos protagonizados por menores ha aumentado un 10 por ciento en el último año. En la mitad de los casos, el niño o adolescente necesitaría recibir ayuda psiquiátrica aunque, sin embargo, su detección y diagnóstico quedan limitados por la ausencia de la especialidad de psiquiatría infantil. Así lo advierten los expertos reunidos en el 60 Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP) que se celebra estos días en Valladolid.


Tal y como apunta Josep Cornellà i Canals, presidente de la Comisión Gestora de la Sección de Psiquiatría Infantil de la AEP, “no es admisible que España sea el único país europeo donde esta especialidad no está reconocida teniendo en cuenta el alto índice de casos de trastornos de personalidad y de comportamiento que existe”. En este sentido, asegura que “la ausencia de una cátedra específica, unido al actual sistema sanitario colapsado, impide realizar los análisis pertinentes para detectar niños con problemas psiquiátricos”.


En opinión del doctor Cornellà, el aumento de los casos de violencia entre menores se encuentra en gran medida asociado al núcleo familiar, aunque, como precisa, no existe un prototipo específico. “Por un lado, están las familias permisivas en las cuales los padres, quizás por desconocimiento de sus responsabilidades, permiten al niño crecer sin límites”. En el lado contrario, continúa, “se situarían las familiar protectoras que acostumbran al niño a una especie de sociedad del bienestar donde lo tiene todo y no necesita esforzarse por conseguir nada. No se le educa para la frustración y cuando surge reproduce la dinámica que ha visto en videojuegos o en la televisión, recurriendo a la violencia. Por último, se encuentran las familias en las que los progenitores delegan sus funciones y la educación de sus hijos sobre otros, por ejemplo los abuelos, y que a largo plazo deriva en una sobreprotección perjudicial para el menor”.


Fuera del entorno familiar, el doctor Cornellà señala que la marginación socio-económica y la pobreza también deriva en comportamientos violentos, así como el fracaso escolar, que en España está alcanzado cifras alarmantes, y cuya frustración lleva a los menores a protagonizar este tipo de actos.

 

Consumo de alcohol y drogas


El consumo de alcohol y drogas está detrás de una parte importante de los actos violentos cometidos por los jóvenes “ya que les pone en una situación de no comprensión de la realidad, lo que se traduce en conductas delictivas del tipo de agresiones al mobiliario urbano”. De hecho, los robos representan la forma más común de violencia infantil, seguido por los delitos contra la seguridad vial y las lesiones y agresiones contra las personas.


Junto con ello, los videojuegos se han convertido en elementos que pueden potenciar la violencia. Si bien son recomendados para mayores de edad, lo cierto es que “cada vez hay más menores que juegan sin ningún control y con el desconocimiento de sus padres. Estos juegos presentan alta calidad de imagen, convirtiendo un mundo de fantasía en un mundo real y conductas violentas en rutinarias”, comenta este experto. En el caso de la televisión, “el riesgo se minimiza por ser un aparato más pasivo y que permite un mayor control de los contenidos por parte de los padres”, asegura.


Los expertos también alertan de los peligros que ofrece el temprano uso de los teléfonos móviles. “Los niños pueden hablar y chatear con quien quieran sin ningún tipo de control, e igual ocurre con las redes sociales. Aunque parezca que están muy conectados, en realidad están solos y recurren a compañías perjudiciales en muchas ocasiones”, subraya el experto.


Ahogamientos, segunda causa de mortalidad infantil


Durante el Congreso los expertos han profundizado en otro tema de interés, las lesiones que se producen entre los niños en verano. Dentro de unas semanas estrenaremos oficialmente el verano y, con él, se inicia uno de los periodos de mayor riesgo para la población infantil y juvenil, ya que son en estos meses cuando se produce un repunte de las lesiones infantiles. La más frecuente y una de las que más preocupa al Comité de Prevención de Accidentes y Lesiones de la Asociación Española de Pediatría son los ahogamientos, que constituye la segunda causa de mortalidad en población infanto-juvenil y que, según asegura el coordinador de este Comité, el doctor Jordi Pou, se podrían prevenir casi en el 80 por ciento de los casos. 

 

La gran mayoría de los ahogamientos se registran en piscinas privadas, muchas de las cuales no cumplen con los requisitos necesarios para garantizar la seguridad de la población más vulnerable. La principal queja se refiere a la ausencia de un vallado alrededor de la piscina que garantizaría que ningún niño pudiera acceder al agua sin control de una persona adulta. Se estima que más del 60 por ciento de las piscinas privadas no cuentan con un sistema de vallado adecuado. “El otro problema tiene que ver con el insuficiente número de socorristas ya que un niño se puede caer al agua sin que nadie se percate”. En el 88 por ciento de los casos de ahogamiento, los padres o responsables de la seguridad del niño admitieron haber tenido un despiste.