Salud España Salamanca, Salamanca, Jueves, 27 de septiembre de 2007 a las 18:03

Los cirujanos apuestan por la extirpación total de la glándula tiroides en caso de tumor

Un especialista del Hospital Clínico de Salamanca ha explicado hoy los últimos avances en la lucha contra este tipo de cáncer

JPA/DICYT Alberto Gómez Alonso, profesor de la Universidad de Salamanca y cirujano en el Hospital Clínico de la ciudad, ha explicado hoy en una conferencia del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) los últimos avances en el tratamiento del cáncer de tiroides. Los expertos se decantan en la actualidad por la extirpación total de esta glándula situada debajo de la laringe cuando se comprueba que está afectada por un tumor, ya que, a pesar de los riesgos que conlleva esta opción, se ha comprobado que evita recaídas, según ha comentado.

 

"El cáncer de tiroides es muy peculiar y se debe hablar de varios cánceres, porque hay diversos tipos de tumores de las células tiroideas que tienen un pronóstico muy distinto", ha declarado a DICYT. Así, "el cáncer papilar, que se da en jóvenes y tiene muchas metástasis ganglionales, tiene un buen pronóstico y, paradójicamente, el cáncer folicular, de época más tardía, tiene peor pronóstico a pesar de que puede dar menos metástasis", apunta Alberto Gómez, en referencia al fenómeno de reproducción del tumor fuera del foco original.

 

"Los cirujanos hemos tenido distintas opiniones a lo largo de las tres últimas décadas", señala. Puesto que es un cáncer con un buen pronóstico, en un principio se optaba por hacer lo mínimo, extirpar solamente la parte del tiroides afectada. "Sin embargo, los casos de reaparición eran más abundantes, de manera que ahora se ha implantado la tendencia de extirpar todo el tiroides en cualquier cáncer de este tipo, incluso en el papilar, de mejor pronóstico, y también se extirpan los ganglios cuando estén afectados", afirma. 

 

Menores riesgos

No obstante, a mayor extirpación existen más riesgos para dos estructuras, los nervios del funcionamiento de la voz y las paratiroides, glándulas de secreción interna de pequeño tamaño situadas junto a la tiroides. En cualquier caso, en opinión de Alberto Gómez los riesgos son cada vez menores debido a que en los centros hospitalarios ya "hay unidades especializadas en cirugía del tiroides porque cuanta más experiencia y especialización haya, se darán menos complicaciones".

 

En cualquier caso, aunque esta "cirugía radical" sea la medida terapéutica central, es imprescindible combinarla con la hormonoterapia y sobre todo con la radioterapia. El radioisótopo produce lo que se llama radioterapia interna. Las posibles células procedentes del tiroides que hayan llegado, por ejemplo, a los pulmones, que es un órgano en el que se produce metástasis con frecuencia, se llegan a destruir exclusivamente con radioyodo, apunta.

 

La radiación y el cáncer de tiroides 
El cáncer de tiroides es uno de los tumores "donde más se evidencia la relación con agentes externos", según Alberto Gómez. Por ejemplo, hace años los niños con amígdalas hipertróficas eran tratados con radioterapia y posteriormente se comprobó que desarrollaban un cáncer de este tipo. "Aquel niño que recibe radiaciones en el tiroides tiene 700 veces más posibilidades de desarrollar un tumor que otro normal", apunta el especialista. Con este tipo de casos se ha evidenciado que la radiación influye en el cáncer de tiroides y particularmente en el cáncer papilar, cuyo mayor ejemplo fue el espectacular aumento de esta patología en el entorno de la central nuclear de Chernóbil, en la antigua Unión Soviética, tras el accidente de 1986.