Los accidentes con escaleras de mano causaron 105 muertes en España en casi dos décadas
RAG/DICYT Desde 1990 hasta 2008, en España se produjeron unos 150.000 accidentes con escaleras de mano, de los que 105 fueron mortales. La seguridad de estos instrumentos es fundamental para evitar sufrir contratiempos, por lo que antes de utilizarlos es necesario cerciorarse de que sean de fábrica, y no hechos a mano, o de que estén en un lugar en el que no corran riesgo de desestabilizarse por algún motivo. Y, una vez en la parte superior de los mismos, es vital para evitar caídas que la cintura de la persona que la use esté entre los dos largueros, es decir, que no realice ningún tipo de maniobra que implique alejar su cuerpo de la plataforma. La revista de investigación norteamericana Journal of safety research ha publicado un estudio sobre los accidentes en escaleras de mano elaborado por el Grupo de Ingeniería y Gestión Responsable de la Universidad de Burgos (UBU).
La investigación revela que de cada 100 accidentes sufridos por trabajadores españoles de grandes empresas, el 47 por ciento correspondieron a caídas, un porcentaje que se eleva hasta el 57 en el caso de las microempresas. Asimismo, de cada 100 trabajadores accidentados con escaleras, 52 estaban subiendo o bajando de la misma. El estudio considera necesario poner especial cuidado en la revisión de limpieza de los escalones y del calzado, así como en la colocación de la escalera. Además, ve conveniente recomendar a los trabajadores llevar cinturón con herramientas.
La inspección del instrumento y su colocación adecuada se hace imprescindible, ya que 11 de cada 100 accidentes con escaleras se deben a la rotura de éstas o a su desplazamiento. "Esto es lo típico de que la escalera está mal colocada, se abre la puerta que está al lado antes de terminar y se cae la escalera y la persona subida a ella, ha explicado a DiCYT el profesor Miguel Ángel Camino, uno de los autores de la investigación, que se ha realizado con la financiación de la Junta de Castilla y León.
El 58 por ciento de los accidentes registrados se debió al mal uso de la escalera. El estudio define, además, como factores de especial riesgo los trabajos con escaleras en las últimas horas de la jornada o en jornada extraordinaria.
La actividad con mayor número de accidentes con escaleras es la construcción, aunque el experto ha incidido en que también ocurren percances de gravedad en la agricultura (con actividades como la poda de árboles, por ejemplo) y en el hogar. "Observamos que la tendencia es que en los domicilios los accidentes fueran de gravedad", ha apuntado Camino, autor del estudio junto con los profesores de la Institución académica burgalesa Ignacio Fontaneda González y Oscar González Alcántara.
Medidas de prevención
Para evitar los accidentes domésticos, Camino ha apostado por cumplir una serie de medidas de prevención. Así, si la persona tiene más de 50 años ha de extremar las precacuciones, pues probablemente cuando esté encima de ella, si levanta las manos por encima de los hombros, sufra un mareo. Asimismo, ha avisado del peligro de utilizar escaleras hechas a mano por los defectos que puedan tener y el peligro que ello pueda conllevar. Por su parte, ha incidido en que el instrumento debe estar colocado en una superficie estable y que no tenga ningún desnivel.
Para reducir los accidentes en empresas, el investigador afirma que ningún trabajador debe utilizar una escalera de mano si previamente no se ha realizado una evaluación de riesgos de la misma que considere que el peligro de sufrir un percance es bajo. "Se ha observado que en España es demasiado frecuente trabajar con escaleras sin haber realizado la preceptiva evaluación de riesgos", mantiene.
En general, a partir del año 2000 estas herramientas suelen cumplir los requisitos exigidos por la normativa vigente, algo que no pasaba desde 1990 hasta esa fecha, pues se detectaban diversas anomalías, muchas de ellas derivadas de la fabricación manual. Camino insiste en que, en cualquier caso, aunque la escalera no presente ningún desperfecto, si no se siguen una serie de buenas prácticas para su utilización, se pueden sufrir accidentes con su uso.