Alimentación España , León, Lunes, 31 de octubre de 2005 a las 15:42

La Universidad de León obtiene dos patentes por sendos proyectos de cría de rana verde ibérica

Con el objetivo de contribuir a la repoblación de estos anfibios en medios naturales y poder contar con ejemplares todo el año

María Jesús Fernández/DICYT La Universidad de León ha registrado dos nuevas patentes a partir de sendos proyectos para la cría en cautividad de la rana verde ibérica (rana perezi) mediante la construcción de jaulas de engorde descritas en dos proyectos que se diferencian en la fase inicial y final de engorde de los anfibios. El objetivo de estos dos proyectos es fomentar la repoblación de estos animales en los medios naturales donde han sufrido un importante descenso, así como su dedicación a fines docentes y de investigación y, en definitiva, disponer de la posibilidad de cría de estos anfibios en cualquier época del año y en las mejores condiciones sanitarias.

 

La primera patente, dirigida a la cría en cautividad de la rana ibérica durante la fase inicial de engorde, fue concedida el pasado mes de mayo, mientras que la segunda, para la fase final del engorde de los anfibios, lo fue en junio. Ambos proyectos han sido realizados y propuestos por los profesores de la Universidad de León Rafael Álvarez Nogal y Mónica Real García, y plantean la construcción de jaulas de engorde divididas en una zona seca compuesta de comederos y refugios y una parte húmeda con una piscina y una flujo constante de entrada y salida de agua.

Los dos proyectos presentan algunas diferencias centradas sobre todo en las distintas franjas de edad de los anfibios. De esta forma, mientras que la primera patente establece una densidad de unos 100 animales por metro cuadrado, el segundo proyecto reduce esa cifra hasta los 75 animales por metro cuadrado. Además, en el primer caso las ranas introducidas deben ser recien metamorfoseadas (imagos) y cuyos ejemplares tengan un peso medio de al menos 0'75 gramos, mientras que en el segundo proyecto las ranas deben pesar una media de dos gramos.

Todas estas peculiaridades relacionadas con la fase de engorde a la que se dirige cada proyecto también se traducen en una serie de diferencias relacionadas con las medidas establecidas para la construcción de las jaulas. Además, mientras que la primera incluye la instalación de una piscina de 16 centímetros de ancho con dos alturas de agua, en la segunda la piscina se amplía hasta los 30 centrímetros de ancho y tres alturas de agua.

Cada jaula presenta entrada y salida de agua, una en cada extremo, para disponer de un flujo continuo de agua de unos 60 mililitros por segundo, en el primer caso, y de 100 mililitros por segundo, para la fase final del engorde. Los recintos contenidos en las jaulas disponen de condiciones controladas de temperatura, que en ambos casos oscilarán entre los 18 y 22 grados centígrados, y fotoperiodos de 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad.

La alimentación se lleva a cabo con piensos extrusados y peleteados colocados en los comederos de las jaulas cada cuatro días siguiendo una rutina que contempla un primer día de alimentación, un segundo sía en el que la comida permanece en los comedereos, un tercer día de limpieza y el cuarto día de ayuno. La limpieza de las jaulas se lleva a cabo al menos un día a la semana con productos jabonosos y se sanean con productos desinfectantes. El material propuesto para su construcción es principalmente con fibra de vidrio u otros materiales sintéticos como metacrilato, policarbonato, PVC, cemento, fibrocemento, etc.

Concesión de las patentes

En todo proceso de concesión de un patente uno de los criterios que se tienen en cuenta es la novedad del proyecto propuesto. En este caso, el primero señala en uno de sus párrafos la inexistencia de descripciones de sistemas de engorde de rana verde ibérica en cautividad, mientras que el segundo hace referencia al desarrollo previo del primero al que completa con la fase final del engorde.

 

Otros de los criterios tenidos en cuenta para conceder una patente son la actividad inventiva que implica y la posibilidad de aplicación industrial de la misma, según ha explicado a DICYT la técnico de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad de León María José Barrios. En este caso, los dos proyectos presentados señalan su posible aplicación en empresas de ranicultura, de acuicultura y de producción animal, así como laboratorios de investigación, animalarios, centros de enseñanza, empresas de curtidos y fábricas de pienso. Barrios también señala que la concesión de una patente supone que el investigador adquiere los privilegios de explotación a cambio de compartir los resultados obtenidos.