La subnutrición del ganado ovino ocasiona problemas en la reproducción
Antonio Martín/DICYT La subnutrición en los rebaños de ovejas españoles es "una condición es muy habitual por el régimen de sequías a los que se ven sometidos". Al comer menos de lo que requieren, estos animales están sometidos a una situación de balance energético negativo. Esta situación tiene sus condiciones en su proceso reproductivo. Un grupo de investigadores del Departamento de Producción Animal de la Universidad de Zaragoza ha presentado hoy en León una investigación sobre la materia, en el marco del seminario internacional titulado Challenging strategies to promote sheep and goat sectro in the current global context (estrategias para promover los sectores ovino y carpino en el actual contexto mundial, en castellano).
"Se observa un descenso en el nacimiento de corderos, aunque los efectos se ven mucho antes, desde la ovulación de las ovejas, la concepción de los corderos y el momento del parto", explica a DiCYT Alfonso Abecia. Estos efectos atienden tanto a la fertilización como a la gestación, indica el experto. En su investigación, los científicos se fijaron desde el momento de la fertilización hasta los 14 días de la formación del embrión, debido a que es el momento que se produce la implantación en el útero. "A no ser que haya una patología que produzca un aborto, la cosa irá luego bien". La preñez en las ovejas dura cinco meses.
A través de un modelo experimental realizado en ganado estabulado, pero cuyo objetivo final era la ganadería extensiva, los científicos analizaron los efectos a nivel molecular de la subnutrición en las ovjeas. El ganado estabulado está generalmente bien alimentado ya que el ganadero conoce toda la composición de la dieta, mientras que el que está al aire libre tiene una importante dependencia del tiempo. Si hay lluvias, habrá más pasto y éste será más rico. "Si no hay una suplementación al regresar al establo, el ganado está generalmente en una situación de subnutrición", explica Abecia.
En estos momentos, los científicos estudian cómo se modifican los esteroides en el útero y el efecto que produce en el metabolismo. Específicamente, los investigadores analizan los efectos sobre las hormonas leptina e IGF. De este modo, han observado cómo la subnutrición afecta a todo el metabolismo. El trabajo consiste en cambiar la dieta en explotaciones variando la composición (basada en cereales y forrajes) para forzar una situacion de subnutrición.
Melatonina
Otro de los aspectos que investiga este grupo es el fotoperiodo. Una hormona denominada melatonina permite que la oveja interprete la duración del día y de la noche a lo largo del año. Se segrega en lo que dura la noche, por lo que la oveja interpreta en qué momento del año está. En la actualidad, los científicos colaboraron en la comercialización de una solución para aplicar melatonina a la oveja. A través de un implante subcutáneo en la oreja en primavera que libera melatonina, de manera que se hace creer a la oveja que está en una etapa del año en la que los días son más cortos y las noches más largas, momento óptimo para su reproducción. El objetivo final es aumentar el número de corderos que salen al mercado español. Al existir una estacionalidad muy clara en esta especie, el precio de la carne del cordero tiene unas variaciones importantes a lo largo del año. Así, coincide que en Navidad el cordero está a un precio muy alto, mientras que en primavera se sitúa en su límite más bajo.
El ganado ovino es muy estacional. Las ovejas tienen su época reproductiva en otoño y paren en febrero y marzo generalmente. Al tener cinco meses de gestación y ser un animal herbívoro, las hembras paren en primavera, cuando más pasto hay. Si se fecundara en primavera, los corderos nacerían en pleno invierno, por lo que se podría variar la esructura del mercado de la carne de cordero. Este aspecto evolutivo se mantiene en la oveja de producción ganadera.