Alimentación España , Palencia, Jueves, 12 de mayo de 2005 a las 19:02

La plaga de garrapatillo afectará más a las cosechas tardías

Las altas temperaturas y el invierno seco explican la aparición de este insecto, muy perjudicial para los cereales

JPA/DICYT Cultivos de centeno y trigo de la provincia de Palencia se han visto afectados por una plaga de garrapatillo (aelia rostrata), un insecto heteróptero de la familia pentatomidae que puede causar graves daños, especialmente en los cultivos tardíos. Las altas temperaturas y el seco invierno son otros factores que pueden agravar este fenómeno cuya solución pasa por la utilización de productos químicos.

 

El profesor titular del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Salamanca, Manuel Portillo, afirma en declaraciones a DICYT que "el garrapatillo es un insecto refugiado en las plantas silvestres que rodean los cultivos. Cuando llega la época de la primavera se van al cultivo, comienzan a alimentarse de él y ponen los huevos de los que saldrán las larvas o ninfas", explica el experto.

 

Los efectos pueden ser devastadores en los cereales, llegando a inutilizarlos para la elaboración de pan. "Este chinche afecta primero a las hojas, pero después pica el grano, donde segrega una enzima que le facilita la absorción de su contenido. Los granos afectados presentan un característico orificio oscuro y mucho menos vigor de lo que sería normal. El mayor problema es que la enzima inyectada permanece y le confiere un olor especial que evita, por ejemplo, que el trigo sea utilizado en la elaboración de harina. Incluso, el ganado lo rechaza", declara Portillo.

 

Invierno seco

 

En un invierno seco, como el que se ha sufrido este año, los insectos pueden adelantar el momento en el que atacan los cultivos. Pero más decisivas en su aparición han podido ser las altas temperaturas, ya que el garrapatillo se vuelve activo a partir de 12 ó 15 grados. "Muchos agricultores retrasan la fecha de sus cultivos para evitar heladas. Sin embargo, ahora se exponen en mayor medida a este problema, porque el insecto causa mayores daños en las plantas que aún están poco desarrolladas", indica el entomólogo.

 

Para combatir la plaga, lo más efectivo es el uso de insecticidas en cuanto se detecta. Como estos productos químicos no le afectan a los huevos, si ya se ha producido la puesta, tendrán que combartirse las larvas con posterioridad. Existen otros tratamientos biológicos más complejos, que consisten en introducir parásitos que se alimentan de los huevos, una actuación más efectiva y más ecológica, pero a largo plazo.