Espacio España , Valladolid, Jueves, 20 de febrero de 2014 a las 17:25

“La comunidad científica ha identificado ya más de 1.075 planetas extrasolares”

El investigador del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) Jorge Lillo Box trabaja en la confirmación de los candidatos que proporciona el telescopio espacial Kepler

Cristina G. Pedraz/DICYT Gracias a los avances científico-tecnológicos que se han logrado en los últimos 30 años, los astrónomos cuentan actualmente con herramientas para detectar planetas que se encuentran a decenas de años luz del nuestro. “Buscamos planetas fuera de nuestro Sistema Solar porque queremos encontrar análogos terrestres y responder a la pregunta básica de si hay vida fuera de la Tierra”, explica a DiCYT el investigador del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) Jorge Lillo Box, quien imparte a las 19 horas de hoy la segunda charla del ciclo Universo Fascinante organizado por el Museo de la Ciencia de Valladolid.


Estos planetas se denominan exoplanetas y, aunque su definición no está aún institucionalizada por la Unión Astronómica Internacional (UAI, por sus siglas en inglés) “por analogía con el Sistema Solar y, si nos olvidamos de matices, hace referencia a un planeta que está orbitando alrededor de otra estrella distinta a nuestro Sol”.


Durante la charla, el ponente repasará la evolución en el conocimiento de los exoplanetas. “De no conocer más planetas que los de nuestro Sistema Solar hemos pasado a detectar planetas alrededor de otras estrellas, planetas que pueden contener agua líquida en su superficie, que es la base de la vida tal cual la conocemos, ya que un altísimo porcentaje de los seres vivos de la Tierra no podrían existir sin agua líquida”, apunta.


Lillo Box asegura que el descubrimiento del primer exoplaneta es una cuestión controvertida. “El primero se detectó en 1988 pero no se pudo confirmar hasta 2003, por lo que no se considera el primero. Se trata de Gamma Cephei Ab, un planeta curioso porque orbita alrededor de una estrella que además orbita alrededor de otra, lo que se conoce como sistema binario. Era el primer exoplaneta que se descubría y además no tenía nada que ver con lo que conocíamos hasta entonces”, recuerda. Así, el planeta que figura como el primero descubierto “oficialmente” es el 51 Pegasi-b, en 1995, un hallazgo realizado por Michel Mayor y Didier Queloz y publicado en la revista científica Nature.


“Desde entonces la instrumentación ha mejorado tanto que ahora somos capaces de detectar “tierras”, para lo que se necesita muchísima precisión”, asegura el investigador, quien avanza que a día de hoy ya se han identificado cerca de 1.075 planetas extrasolares.


Además, el telescopio espacial Kepler (una sonda concebida especialmente para detectar planetas similares a la Tierra) ha proporcionado más de 6.000 nuevos candidatos, una línea de investigación en la que trabaja en estos momentos Jorge Lillo Box. “En mi tesis doctoral estamos trabajando con el telescopio espacial Keppler para confirmar estos candidatos. Confirmamos uno en diciembre, el Kepler-91b, un planeta muy interesante porque se encuentra al final de su vida, de modo que podemos ver en directo lo que le va a pasar a la Tierra o a otros planetas del Sistema Solar dentro de unos 4.000 millones de años. El año pasado hicimos también otro descubrimiento muy interesante, el Kepler-37b, el planeta más pequeño descubierto hasta ahora y descrito en un trabajo que se publicó en la revista Nature”, detalla.

 

 

 

Referencias bibliográficas

Lillo-Box, J., Barrado, D., Moya, A., Montesinos, B., Montalbán, J., Bayo, A., ... & Henning, T. (2013). Kepler-91b: a planet at the end of its life. Planet and giant host star properties via light-curve variations. Astronomy & Astrophysics.


Barclay, T., Rowe, J. F., Lissauer, J. J., Huber, D., Fressin, F., Howell, S. B., ... & Lundkvist, M. (2013). A sub-Mercury-sized exoplanet. Nature, 494(7438), 452-454.

 

 

Trayectoria académica

Jorge Lillo- Box es astrofísico por la Universidad de La Laguna, donde disfrutó de una Beca de Colaboración sobre Análisis post-experimento de simulaciones numéricas 3D sobre la evolución del plasma en el Sol. En 2010 obtuvo el Premio Extraordinario de Fin de Carrera por dicha Universidad. Tras acabar la carrera, Lillo Box obtuvo una beca en la Universidad Tecnológica de California (Caltech) con el fin de colaborar tres meses en el IPAC (Infrared Processing and Analysis Center), centro de la NASA en Pasadena (Los Ángeles), donde trabajó con datos de Spitzer en la búsqueda de objetos subestelares en Orión.


En 2010, comenzó su doctorado en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA, Madrid) sobre la búsqueda y caracterización de planetas extrasolares. Además, en 2012 entró a formar parte del equipo de la misión espacial Kepler para el seguimiento de los candidatos planetarios que proporciona dicho proyecto.