Investigadores del CSIC viajan a las Galápagos para estudiar el impacto de las especies invasoras
CSIC/DICYT Un equipo internacional liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas viaja este domingo, 6 de febrero, a las Islas Galápagos para estudiar el impacto de las especies invasoras en las plantas amenazadas. La expedición, que se organiza este año por segunda vez, se adentrará durante dos semanas en las islas más remotas y deshabitadas del archipiélago ecuatoriano.
“La introducción de especies exóticas por parte de los humanos está causando grandes modificaciones en todos los ecosistemas del planeta. En el caso de las especies que actúan como invasoras, aquellas que tienen mayor capacidad de ocupar un espacio y monopolizar los recursos de las nativas, el problema se traduce en pérdida de biodiversidad y grandes costes económicos para la sociedad”, explica la investigadora
del CSIC Anna Traveset, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados.
El impacto de las especies invasoras se ha convertido en una de las áreas prioritarias de investigación de los programas internacionales de cambio global. “Desgraciadamente, la tendencia del problema es a aumentar en lugar de a mitigarse, ya que se combina con otros procesos de cambio global”, continúa Traveset. El principal objetivo de la expedición es evaluar cómo influye en las redes de polinización y dispersión de semillas la introducción de plantas entomófilas, que dispersan su polen mediante insectos, y endozoócoras, que diseminan sus semillas a través de la ingestión de frutos por animales. “Durante tres años realizaremos un seguimiento de estos procesos para ver cómo estas especies exóticas e invasoras se integran en las redes de interacción nativas y mediante qué mecanismos están a su vez impactando sobre la comunidad. Además se evaluará el riesgo que suponen para determinadas especies vegetales endémicas de Galápagos y en peligro de extinción”, añade la investigadora del CSIC.
Los investigadores creen que los resultados de esta campaña serán diferentes a los de la edición de 2010, especialmente respecto a la composición y abundancia de especies vegetales en flor. “Este 2011 se está dando el fenómeno atmosférico de La Niña, con abundantes lluvias y cambios en la cantidad de plantas en flor, por lo que es posible que se registren importantes cambios en las interacciones”, apunta Traveset.
El delicado equilibrio de las islas
Los ecosistemas insulares, y especialmente las islas oceánicas, son muy vulnerables a la introducción de especies exóticas. El aislamiento que ejerce el mar ha provocado que exista una mayor cantidad de especies propias y exclusivas de la región, aunque también una menor diversidad. “Las especies exóticas representan alrededor de un 50% de la flora de muchas islas como Hawái, Mauricio, Nueva Zelanda, o Bermudas. En Galápagos las últimas estimaciones de flora exótica han contabilizado más de 900 especies, lo que supone más del 65% de la flora vascular. Esta cifra coloca a este archipiélago en la cabeza de la lista en cuanto a invasiones vegetales”, comenta la investigadora.
Según indica Traveset, la introducción de especies ajenas puede acabar con algunos mutualismos entre plantas y animales que han evolucionado en esas islas durante millones de años, lo que en última instancia puede llevar a extinciones locales o, incluso, totales y afectar al funcionamiento del ecosistema.
Nueva etapa del proyecto
El viaje se enmarca en un proyecto iniciado en 2009. Desde entonces existe una intensa labor científica en las islas de Santa Cruz y de San Cristóbal, en el archipiélago de las Galápagos. En febrero de 2010, el mismo equipo que este domingo partirá rumbo a Ecuador recorrió, a bordo del Queen Mabel, las islas de Fernandina, Pinta y Santiago durante un total de 10 días. Durante ese tiempo los investigadores recopilaron una gran cantidad de datos, que se encuentran actualmente en fase de análisis. Este año irán a bordo de otro barco más grande, el King of the Sea, y esperan tener una expedición igual o más fructífera que la de 2010.
Los centros de investigación del CSIC implicados en el proyecto son el del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares), el Real Jardín Botánico y el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología. En la expedición también participan investigadores de Dinamarca, Estados Unidos y Ecuador.