Investigadores del Campus de Palencia estudian la mejora de las estructuras de paso para peces
Cristina G. Pedraz/DICYT Al igual que otros animales, los peces llevan a cabo migraciones periódicamente, desplazamientos que tienen que ver principalmente con aspectos nutricionales y reproductivos. En el caso de los peces de agua dulce, estas migraciones pueden verse entorpecidas por las obras hidráulicas que se construyen a lo largo de los ríos, por lo que es necesario construir escalas o pasos para peces que permitan salvar estos obstáculos. El Grupo de Ecohidráulica Aplicada (GEA) de la Universidad de Valladolid, ubicado en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia, trabaja en varias líneas de investigación relacionadas con la mejora de estas estructuras de paso.
Como explica a DiCYT el profesor Francisco Javier Sanz Ronda, el grupo trabaja no solo en la mejora del diseño de las escalas o pasos para peces, sino que también evalúa estos sistemas de paso (analizando qué peces los están utilizando, qué tamaño tienen, cuánto tiempo tardan en subir, etc) e investiga barreras que puedan evitar que los peces se metan en las turbinas de las centrales hidroeléctricas durante sus movimientos migratorios, entre otros aspectos.
El experto recuerda que las escalas o pasos para peces son una especie de tanques dispuestos a modo de escalera que disminuyen el desnivel total del salto de la presa, posibilitando el ascenso de los peces. En la última década, el grupo de investigación ha ejecutado en torno al 20 por ciento del total de proyectos de este tipo que se han desarrollado en España.
Respecto a la evaluación de estas estructuras de paso, el investigador señala que lo que hacen es capturar y marcar con sensores a una serie de peces, para posteriormente soltarlos y observar cómo ascienden por la escala. “En la escala colocamos unas antenas receptoras de modo que cada vez que pasa un pez sabemos el individuo que es, la especie, su sexo y tamaño. Como tenemos varias antenas en la escala, ya que solemos colocar entre 4 y 8, sabemos cuando comienza el ascenso del pez, si llega al final o se queda entre medias y vuelve porque se ha cansado, y los tiempos de ascenso. Esa información nos permite comparar unos tipos de escala frente a otras y determinar cuáles son las más adecuadas”, detalla.
Asimismo, en las estructuras de paso menos adecuadas estos sistemas “permiten localizar los puntos más conflictivos y proponer soluciones de mejora”. Del mismo modo, posibilitan “conocer el comportamiento migratorio de los peces, es decir, las épocas de migración, los momentos a lo largo del día, etc”.
Barreras sonoras
En cuanto a las barreras para evitar que los peces se metan en las turbinas de las centrales hidroeléctricas e incluso en los canales de riego, existen barreras físicas como rejillas, pero también barreras de comportamiento, en las que trabaja el Grupo. “Trabajamos con barreras sonoras. Consiste en instalar un sistema de altavoces bajo el agua a la entrada de las turbinas de la central hidroeléctrica o del canal que lleva el agua a la acequia de regadío, con una serie de frecuencias y de presión acústica que evita que los peces se adentren por ellas, los espanta”.
Los investigadores estudian cuáles son las frecuencias y la intensidad de sonido que afecta a los peces ibéricos, ya que existen datos de especies del norte de Europa y de Norteamérica “pero nos falta información sobre peces propios de aquí”, subraya Sanz Ronda.
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Reducción del impacto ambiental |
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El Grupo de Ecohidráulica Aplicada (GEA) es un grupo de investigación aplicada asociado al Instituto Tecnológico Agrario y Agrolimentario (Itagra.ct) y a la Universidad de Valladolid. El grupo surge dentro de la unidad docente de Hidráulica e Hidrología de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia con el fin de aplicar la investigación a reducir impactos ambientales de obras hidráulicas en ríos (hidráulica ambiental). Empezó su labor hace 10 años y en la actualidad cuenta con ocho miembros entre profesores, doctorandos y becarios.
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