Alimentación España , León, Viernes, 24 de febrero de 2006 a las 17:37

Graves pérdidas de agua en el sistema de regadíos del Bierzo por el deterioro de las infraestructuras hidráulicas

Un informe del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de León, concluye que deberían acometerse obras de acondicionamiento de gran envergadura

María Jesús Fernández/DICYT Las roturas, reparaciones poco efectivas, labores de limpieza insuficientes y los atascos en sifones y arquetas son algunas de las deficiencias detectadas en el Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de León sobre el estado de las infraestructuras hidráulicas de la comarca del Bierzo, de las que dice que "se encuentren en un estado de conservación precario y obsoleto" que provoca importantes pérdidas de agua. El informe ha sido realizado mediante un convenio firmado en marzo del año pasado con la Confederación Hidrográfica del Norte (CHN), y ha supuesto ocho meses de trabajo.

 

El estudio concluye que las soluciones para paliar esta precaria situación pasan por acometer obras de acondicionamiento de gran envergadura o el replanteamiento de todo el sistema. Estos resultados servirán como base previa al proyecto de modernización de los regadíos agrícolas del Bierzo encomendada a la Empresa Estatal Aguas de la Cuenca del Norte (Acunor), y que ahora queda pendiente del consenso con las comunidades de regantes y de la obtención de la financiación necesaria por parte de las distintas instituciones públicas.

El trabajo se ha desarrollado en distintas fases: en una primera parte, los técnicos han analizado los cambios de uso del suelo mediante un análisis cartográfico integrado del territorio incorporado en una herramienta de Sistema de Información Geográfica (SIG), así como diversos análisis de campo. Una de las principales conclusiones de esta primera parte del estudio es que el regadío de la zona no presenta limitaciones de agua, a diferencia de la mayor parte de los regadíos españoles.

Sin embargo, el coordinador del estudio y director del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de León, Estanislao de Luis Calabuig, ha explicado a DICYT que "se produce un derroche de agua, que se utiliza con baja eficiencia sin tener en cuenta la potencialidad de cada zona". Este derroche tiene lugar en gran medida como consecuencia de las deficiencias detectadas en el segundo apartado del estudio, en el que se realiza un diagnóstico del sistema de riego actual. Esta fase del informe se ha llevado a cabo mediante un exhaustivo trabajo de campo que ha contemplado el recorrido de los Canales Alto y Bajo, que forman parte del sistema de riego actual y de sus principales acequias.

En esta parte del estudio se constató que las infraestructuras hidráulicas de ambos canales se encuentran en un estado de conservación precario y obsoleto, con numerosos tramos de deterioro notable y grave. Entre las deficiencias detectadas se encuentran roturas y falta de uniformidad en los materiales utilizados, importantes pérdidas de agua, reparaciones poco efectivas, labores de limpieza insuficientes, atascos en sifones y arquetas, acumulación de residuos urbanos e inaccesibilidad de la red, con incluso construcciones superpuestas.

 

Más agua de la necesaria

El estudio ha contrastado estos datos con el consumo de agua registrado en la zona, que fue de 124.67 hectómetros cúbicos durante la campaña de riego del año 2004, respecto al que pone de manifiesto que las cantidades de agua proporcionadas son mucho mayores que las demandadas realmente por los cultivos, debido a las graves pérdidas y filtraciones que presenta la red.

Otro de los apartados más destacados de este análisis ha sido el estudio de la potencialidad del territorio en correlación con distintos parámetros como la litología, pendiente, insolación, condiciones actuales del regadío, distribución de frutales, etc. En este capítulo, una de las principales conclusiones ha sido que las zonas con mayor potencialidad para el regadío están asociadas a una menor atomización y fragmentación de las explotaciones agrícolas, es decir, que su actual parcelación reduce la eficiencia del riego. Además, se señala que de la superficie de 4.766 hectáreas de uso de regadío, solo se riega de forma efectiva la mitad, 2.264 hectáreas dentro de un mismo año.


Potenciación de los valores naturales de la zona
En cuanto al aspecto medioambiental del estudio, Estanislao de Luis Calabuig señala que se incluyen medidas para potenciar el valor natural de la zona como la habililitación de corredores verdes y de humedales que incrementen la biodiversidad y creen un valor añadido de la zona. Además, tal como precisa, el estudio también conlleva una evaluación de impacto ambiental para definir las pautas que sirvan para minimizar este impacto en caso de que se llegue a realizar el cambio del sistema de regadío actual.