Social Sciences Spain , España, Tuesday, May 11 of 2010, 17:37

España y Portugal apuestan conjuntamente por la investigación aplicada en Nanotecnología

Ambos países son fundadores del Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología, un nuevo centro que nace con el desafío de abordar los principales retos científicos al nivel de la nanoescala

María del Mar Marcos/DICYT El Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología (INL), que responde a un proyecto de cooperación científica y tecnológica singular en la Península Ibérica y en la Unión Europea, está orientado a la investigación aplicada en Nanotecnología y Nanociencias. Ubicado en Braga (Portugal), nació a raíz de la cumbre Hispano-Lusa celebrada en Évora en 2005 y empezó a construirse en mayo de 2008. Las áreas específicas en las que trabaja son Nanomedicina, Nanotecnología aplicada al control alimentario y medioambiental, nanomáquinas y manipulación a escala nanométrica y Nanoelectrónica.

 

Según declaraciones de José Rivas Rey, director general del proyecto y profesor de Física Aplicada en la Universidad de Santiago de Compostela, “se espera que el INL funcione a pleno rendimiento en un período de cuatro a cinco años, alcanzando unos niveles de producción científica en cuanto a publicaciones y patentes comparables a los de otros centros europeos y americanos de dimensión similar". La plantilla esperada para el año 2014 se sitúa en torno a los 200 investigadores. "Vamos a investigar en proyectos susceptibles de ser comercializados, o llevados a cabo en colaboración con la industria y vamos a primar la publicación de patentes y la creación de spin-offs de base nanotecnológica”, señala.

 

El campus del INL cuenta con un área total de 47.000 metros cuadrados, destacando los 22.000 destinados a las actividades científicas y una Sala Limpia de Micro-Nanofabricación con una área útil aproximada de 600 metros cuadrados. Adicionalmente, cuenta con laboratorios centrales de Microscopía Electrónica de Alta Resolución, Microscopía de Sonda Local y de Caracterización Estructural y Superficies. El INL también va a contar con un laboratorio específico de Biología-Bioquímica y equipos e instrumentación para el desarrollo de tecnologías fotónicas, espintrónica, NEMS, caracterización de dispositivos de alta frecuencia, síntesis de nanomateriales, nanolitografía, y el desarrollo de prototipos previos al escalado industrial. “Se trata de una construcción compleja y que exige unos niveles de aislamiento electromagnético y vibracional tremendamente rigurosos”, declara Rivas a DiCYT.

 

En cuanto a su organización y coordinación, el INL depende de España y Portugal, que son los países fundadores. Es una entidad que cuenta con un estatuto jurídico de Organismo Internacional, es decir, tiene una legislación específicamente diseñada para el desarrollo de proyectos de cooperación internacional en Ciencia. “Esto significa que este Laboratorio posee un estatuto internacional similar al de otros centros de investigación supranacionales, como el CERN, el EMBL, el ESO, la ESA, etcétera”, expone Rivas.

 

Pionero en organización y gestión

 

“Lo innovador de la Nanotecnología es que ahora contamos con el nivel de desarrollo, conocimiento e ingeniería para poner en práctica buena parte de estas investigaciones”, manifiesta el director del centro. Las principales diferencias respecto al INL de otros centros especializados en este campo radican en tres aspectos. Por un lado, va a contar con unas infraestructuras que han sido diseñadas desde el inicio para el desarrollo de esta ciencia. En segundo lugar, el INL cuenta con un estatuto internacional, y eso va a permitir diseñar normas y reglas internas que van a facilitar su gestión. Por último, responde a un enfoque multidisciplinar desde el punto de vista estratégico. “La multiculturalidad, la diversidad, el intercambio y el trabajo en equipo en un mismo centro deben ser claves para alcanzar el éxito”, según Rivas. 

 

Un proyecto con objetivos supranacionales 
 
Según declaraciones de José Rivas, el INL por su dimensión, estatutos y área de actividad debe tener un impacto directo en la Ciencia y la Tecnología de los dos países, España y Portugal. “Por ejemplo, en la actualidad, aunque estamos empezando a dar los primeros pasos, ya hemos abierto colaboraciones con grupos de investigación para la formación de estudiantes de doctorado en Nanotecnología y, por supuesto, hemos comenzado a establecer acuerdos con empresas de ambos países. En resumen, el proyecto tiene unos objetivos supranacionales y confiamos en que el impacto de nuestras acciones repercuta de forma positiva y homogénea en toda la Península”.

 

La decisión de crear el laboratorio en Braga responde a diferentes razones de innovación, localización y desarrollo económico. Por una parte, se trata de una ciudad pujante del Norte de Portugal que cuenta con varias universidades y centros tecnológicos en su entorno y, por otra, se encuentra muy cerca de la ciudad de Oporto y de la frontera con España y es una ciudad muy bien comunicada con Europa gracias a los cercanos aeropuertos de Vigo y Oporto.