Medio Ambiente México , Baja California Sur, Miércoles, 06 de abril de 2022 a las 16:07
COLUMNA | SOMOS MAMÍFEROS

El sistema circulatorio trabaja en equipo

Al sistema circulatorio lo apoya un sistema parecido, es el sistema linfático, con el que comparte funciones y están estrechamente conectados

Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT El sistema linfático es complementario del sistema circulatorio. Sus principales funciones son regresar al sistema circulatorio el exceso de fluidos proveniente de las células y del espacio entre ellas, la remoción de bacterias y cuerpos ajenos organismo, producción de linfocitos y transporte de lípidos. El sistema linfático tiene su propio sistema de tuberías, como el circulatorio, pero se considera abierto y se compone de linfa a diferencia de la sangre en el sistema sanguíneo. Es un sistema abierto, porque los capilares se inician entre las células, de manera que no es un sistema cerrado y continuo. La linfa fluye posteriormente a los vasos linfáticos, linfonodos o ganglios linfáticos, tonsilas o amígdalas, el timo y el bazo.


El sistema linfático a diferencia del circulatorio no tiene una bomba que sea usada para impulsar los fluidos, sino que los vasos linfáticos tienen músculo liso que se contrae y permite el desplazamiento de la linfa. El sistema tiene dos grandes ramas. El primero recoge la linfa del lado superior derecho del cuerpo, la cabeza y la extremidad superior en el vaso linfático derecho. El segundo recibe la linfa del resto del cuerpo. Ambos desembocan de manera independiente en el sistema venoso entre la vena subclavia y la vena yugular interna.


La linfa es un tejido líquido, constituida exclusivamente por glóbulos blancos y leucocitos (no contiene glóbulos rojos, ni plaquetas). El oxígeno está presente en una menor concentración y trasporta los lípidos (grasas) adsorbidos en el intestino durante la digestión por las vellosidades interiores del intestino.


Los capilares linfáticos son tubos de paredes finas que conforman redes dentro de los tejidos, son muy parecidos a los capilares sanguíneos. Los vasos linfáticos transportan linfa a todo el cuerpo y poseen una estructura similar a las venas (tienen válvulas) pero sus paredes son más delgadas y tienen un mayor diámetro.


Los linfonodos, nódulos o ganglios linfáticos son pequeñas acumulaciones de tejido linfoide que se encuentran en los vasos linfáticos, tienen una forma ovalada y son pequeños (1-25 mm de largo). Cada ganglio linfático tiene un vaso linfático aferente por donde penetra la linfa y uno eferente por donde se drena. Se encuentran frecuentemente agrupándose, por lo que forman cadenas ganglionares; como es el caso de los ganglios linfáticos pélvicos o los inguinales y cada uno está dividido en espacios llamados senos linfáticos, en los que hay tejido linfoide.

 

Los ganglios linfáticos en los mamíferos se ubican de manera superficial e incluso pueden palparse con la mano, más si están inflamados a causa de una infección. Los ganglios más importantes son: cervicales, ubicados cerca de los músculos esternocleidomastoideos (entre cuello y hombro) que drenan la linfa proveniente de la cabeza y cuello. Submandibulares, abajo del piso de la boca y drenan la linfa de la nariz, labios y dientes. Axilares, se ubican en la axila y drenan linfa de las extremidades superiores y tórax. Inguinales, en la ingle y drenan de los genitales y extremidades inferiores.

 

La principal función de los ganglios linfáticos además de drenar linfa es producir linfocitos, glándulas plasmáticas y liberar anticuerpos que ayudarán a fagocitar y posteriormente a destruir a las bacterias que puedan recoger a su paso. Es por ello, que cuando tenemos alguna infección, los ganglios se inflaman, en ocasiones de tal manera que pueden resultar dolorosos.

 

La mucosa del aparato respiratorio y aparato digestivo incluye tres estructuras asociadas al sistema linfático: amígdala palatina, amígdala faríngea -también conocidas como las tonsilas- y las placas de Peyer. Las amígdalas en realidad son seis, tres pares y no solo dos como comúnmente pensamos. Se ubican en la faringe y nariz; en el paladar, cerca del paladar blando y otras son linguales en la base de la lengua. Todas las amígdalas poseen células que ayudan a limpiar la linfa y producen linfocitos. Gracias a su posición son la defensa perfecta contra los microorganismos que pudieran ingresar vía oral.

 

El bazo es un órgano de tejido linfoide, se ubicada en la parte superior izquierda del abdomen de los mamíferos. Entre sus funciones está la de fagocitar bacterias, glóbulos rojos y plaquetas que ya están muy viejas o dañadas. Producen linfocitos, monocitos, células plasmáticas y anticuerpos, también libera sangre cuando el organismo lo necesita, por ejemplo, cuando hacemos ejercicio. Es un órgano muy frágil que puede sufrir lesiones o rupturas.


El timo es de suma importancia, tiene dos lóbulos y se ubica enfrente al corazón y detrás del esternón. Es el único órgano que produce linfocitos T, que son los responsables de iniciar la batalla contra las infecciones que pueden afectar al organismo. El timo tiende a reducirse conforme avanza en edad el individuo.


Los órganos que componen al tejido linfoide son una de las principales barreras de defensa del organismo, pero no son vitales para el buen funcionamiento del organismo por lo que pueden ser removidos del cuerpo.

 

 

Autores
Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C).