Health Spain , Salamanca, Thursday, March 25 of 2010, 15:20

El Centro del Cáncer estudia nuevas herramientas de análisis genómico

El grupo de Genómica Funcional y Bioinformática pretende conocer mejor el papel de los genes gracias a los avances tecnológicos

JPA/DICYT El salto que se está produciendo en la tecnología y en los conocimientos biológicos permite que los científicos aumenten sus posibilidades de analizar los genes, sus funciones y otros elementos relacionados con este campo. Si hasta ahora el objetivo era medir la expresión de un gen, ahora, "las nuevas tecnologías permiten estudiar más cosas: cómo se transcriben esos genes y en qué circunstancias lo hacen", explica el científico del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca Alberto Risueño, ya que "es necesario conocer el papel en la célula de nuevos elementos" para analizar mejor el comportamiento de los genes tanto en tejidos sanos como en situaciones de enfermedad.

 

La expresión genética es la transformación de la información que contiene el ADN (ácido desoxirribonucleico) en las proteínas necesarias para que funcionen las células. Para estudiar este proceso, los científicos utilizan microarrays. Según explica el investigador, "un microarray es un dispositivo que tiene muchos pozillos, hasta 5 ó 6 millones en las versiones más avanzadas, en cada pozillo hay una hebra de ARN [ácido ribonucleico, que interviene en el proceso de transcripción genética] que se pega a una región de un gen en concreto, por lo tanto, si se hibrida una muestra de tejido, tenemos un perfil de cómo se transcriben sus genes", señala en declaraciones a DiCYT.

 

Si esto se hace con una muestra de tejido sano, por ejemplo, se puede comparar con otra de tejido tumoral y analizar qué papel tiene cada gen. "Los microarrays de expresión se han dedicado a medir la expresión global del gen, pero nosotros estudiamos una nueva forma de interpretar los microarrays, de acuerdo con otras bases de datos aparte de las genómicas", señala. "Si hasta ahora nos centrábamos en la expresión de genes, el concepto clásico de gen ha dado paso a otros agentes que tienen un papel en la transcripción", apunta. Por ejemplo, "hay muchos tipos de ARN en la célula cuyo papel está por descubrir y las nuevas tecnologías pueden ayudar a desentrañar algunas preguntas".


Todo esto sirve, por ejemplo, para averiguar cómo se transcribe un gen concreto en un tejido muscular, como el corazón o el hígado. Posteriormente, se pueden comparar muestras de tejido sano y tejidos tumorales para analizar las diferencias de expresión de distintos genes y, de esta forma, tener pistas para combatir las enfermedades.

 

Alberto Risueño, que forma parte del grupo de Genómica Funcional y Bioinformática dirigido por Javier de las Rivas, ha explicado estos nuevos conceptos en un seminario que ha tenido lugar hoy en el Centro del Cáncer.