El Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales analiza la situación mundial de la esquistosomiasis
AVPR/DICYT El Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales de la Universidad de Salamanca ha organizado un seminario para mañana martes en el que el parasitólogo de la Universidad de Puerto Rico George Hillyer analizará la situación actual de la esquistomatosis. Se trata de una enfermedad parasitaria que afecta a 200 millones de personas en todo el mundo, principalmente en áreas tropicales y subtropicales. La charla tendrá lugar a partir de las 17:30 en el Aula de Grados de la Facultad de Farmacia, y buena parte de la misma se dedicará a exponer las políticas sanitarias y medidas clínicas aplicadas en Puerto Rico para combatir la esta patología.
El esquistosoma es un parásito con un ciclo de vida complejo, ya que tiene como primer hospedador un tipo de caracol llamado planorbarius metidjensis al que las larvas de esquistosoma, denominadas miracidios durante esa fase, infectan en un medio acuático. Dentro del caracol la larva se multiplica saliendo de nuevo al medio acuático, ya en forma de cercarias. La cercaria es un nuevo tipo de larva provista de una cola que la permite nadar libremente y acercarse a sus nuevos hospedadores: los seres humanos u otros mamíferos dependiendo del tipo de esquistosoma. Las cercarias infestan a sus hospedadores definitivos penetrando en el cuerpo del individuo, generalmente a través de la piel de las extremidades. Una vez instalada en el cuerpo de su hospedador, la cercaria continuará su desarrollo pasando paulatinamente por las fases de esquistosómula, preadulto, adulto y huevo, generando diferentes patologías en el individuo colonizado.
Los síntomas más comunes entre los afectados por esquistosomiasis varían en función del tipo de gusano y de la fase de infección. Así, mientras la invasión inicial puede causar prurito y una erupción una sobreinfestación puede causar fiebre, escalofríos, agrandamiento de ganglios linfáticos, del hígado y del bazo. Generalmente se presentan también síntomas urinarios como la presencia de sangre en la orina y síntomas intestinales como dolor abdominal y diarrea.