Salud España , Salamanca, Mi茅rcoles, 22 de junio de 2011 a las 18:53

El banco de cerebros de Salamanca registra sus dos primeras donaciones

El especialista Alberto R谩bano ha explicado hoy en Salamanca que la investigaci贸n que se realiza a trav茅s de las donaciones es clave para determinar el componente gen茅tico de las enfermedades neurol贸gicas

JPA/DICYT El Banco de Tejidos Neurológicos puesto en marcha en abril por el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl), ubicado en Salamanca, ha registrado ya dos donaciones, según ha explicado el experto Alberto Rábano, científico de la Fundación Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas (CIEN) y director del banco de cerebros de esta institución, con sede en Madrid, que asesora a los científicos salmantinos y que hoy ha ofrecido una conferencia en el Colegio Oficial de Médicos de Salamanca.

 

A través de donaciones voluntarias, los bancos de tejidos neurológicos almacenan cerebros para que los investigadores puedan analizar post mortem enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson. En España hay una decena, aunque algunos, como los de Oviedo, Alicante y Salamanca, acaban de iniciar su actividad. Alberto Rábano ha comparado el banco del Incyl con el de Murcia, que comenzó su actividad en 2007 y registra entre 25 y 30 donaciones anuales, una cifra que pronto podría lograr el salmantino, mientras que el de Madrid cuenta entre 60 y 80, pero lleva más años de experiencia.


En cualquier caso, "no es importante el número, sino que cada donación se procese bien y rápido", afirma. En ese sentido, el número de donaciones "siempre va para arriba una vez que se genera la cultura de la donación en los familiares". Abrir varios bancos de tejidos neurológicos en España ofrece la posibilidad de donar el cerebro en cualquier sitio, aunque "no tenemos el mapa nacional cubierto". De hecho, hasta ahora, si había una donación en Salamanca o alrededores, había que mandar el cadáver a Madrid, "pero ahora ya se dona aquí, es un progreso para la familia y para el tejido, son horas de conservación que se ganan", comenta.

 

Además, abrir un banco de cerebros supone ampliar las posibilidades de investigación y a la vez "dar la oportunidad a las asociaciones de familiares de enfermos para que colaboren en la investigación".

 

El equipo de Alberto Rábano tiene un convenio con el Incyl para encargarse de la parte diagnóstica, puesto que una de las tareas del banco es determinar qué tipo de demencia concreta tenía una persona una vez que ha donado su cerebro.

 

Riesgo genético

 

Según el especialista, detrás de muchas de las donaciones está la pregunta sobre el riesgo genético de la enfermedad. "Las familias están inquietas por saber si es una enfermedad hereditaria", asegura. De hecho, el alzhéimer y las demencias son enfermedades con múltiples causas, denominadas enfermedades complejas y, entre estos componentes, también se encuentra el hereditario.

 

En cualquier caso, el riesgo "es modulable, como el riesgo hereditario que podemos tener de enfermedad cardiovascular o cáncer, pero que podemos modular con nuestros hábitos de vida, conducta y dieta", señala. El aspecto negativo es que se trata de riesgo impuesto por nuestra biología, pero tenemos la posibilidad de pelear contra él de una manera que entendemos cada vez mejor", asegura.


Precisamente, este tema ha centrado la conferencia ofrecida esta tarde, un asunto que "no solemos tratar con las familias", reconoce, porque se tiene que abordar de la forma más adecuada para no producir confusión y pánico. "Hay que ver el lado positivo, si pertenezco a una familia donde hay muchos casos de alzhéimer, esto me obliga a llevar una vida dirigida a oponerme a ese riesgo", indica.