El asteroide 2012 DA14, entre los satélites artificiales y la superficie terrestre
AFM/JPA/DICYT El asteroide 2012 DA14 es un objeto celeste que tiene unos 45 metros de diámetro y una masa de 130.000 toneladas métricas que hoy, viernes 15 de febrero de 2013, pasará ‘rozando’ la Tierra a una distancia relativamente cercana, 27.700 kilómetros, y que permanecerá dentro de lo que se conoce como sistema Tierra-Luna unas 33 horas. Este asteroide se desplaza a 28.100 kilómetros por hora y en el momento de máxima aproximación al planeta la distancia entre el asteroide y la superficie terrestre será de 4,4 radios de la Tierra, es decir, aproximadamente el doble del diámetro de la Tierra.
En declaraciones a DiCYT, Fernando Pina, director de la División de Sistemas de Software Espacial de la empresa Deimos Space, asegura que no colisionará con ningún satélite artificial, pero si esto ocurriese, el satélite en cuestión “simplemente desaparecería” debido a su escasa masa comparada con la del asteroide. El objeto espacial se aproxima por debajo de la órbita de los satélites artificiales (la mayoría se encuentran a unos 36.000 kilómetros, en la órbita geoestacionaria) y casi no hay ninguno a la distancia a la que pasará el objeto, pero será el paso más próximo de un objeto espacial de esta envergadura del que se tiene registro.
En el momento de mayor aproximación a la superficie terrestre tendrá lugar a las 19:24 horas GTM sobre Sumatra (Indonesia), aunque será visible desde algunas partes de Europa, África y Asia a pesar de que se mueve con relativa rapidez a su paso por el cielo desde el Sur hacia el Norte. Unos buenos prismáticos o un pequeño telescopio podrán servir para verlo, aunque sólo los telescopios de grandes dimensiones lo captarán con detalle. Será una ocasión única en décadas porque el siguiente objeto espacial de estas características se aproximará al planeta el 16 de febrero de 2046.
El asteroide 2012 DA14 fue descubierto hace un año desde España, en concreto, desde el observatorio de La Sagra (Granada). Fernando Pina asegura que es muy difícil poder detectar todos los asteroides o meteoritos que nos rodean. Observan el 1% del total de manera que si el otro 99% se aproxima es muy difícil detectarlos ya que normalmente son tapados por el sol y solo se apreciarían de noche “es muy difícil de observar si no sabes dónde mirar”, apuntaba el experto.
El meteorito de Rusia
El experto ha explicado que esta noche, y gracias al radiotelescopio de Boston, se conocerán con certeza las características del asteroide 2012 DA14. Los científicos calculan que hay medio millón similares, aunque sólo se ha descubierto hasta el momento un 1% de ellos. Con frecuencia, muchas rocas espaciales de distintos tamaños llegan a la atmósfera terrestre. Por ejemplo, el meteorito que ha caído hace pocas horas en una región de Rusia causando cientos de heridos apareció por sorpresa y aparentemente no tiene ninguna relación con el asteroide 2012 DA14, según los expertos, aunque podría haberse desprendido de otro objeto más voluminoso.
Mucho más grave sería el impacto de un asteroide de las dimensiones del que se aproxima a la Tierra. En Arizona (Estados Unidos) está el cráter Barringuer, de 1,5 kilómetros de diámetro, provocado hace 50.000 años por un asteroide de unos 75 metros. Un impacto así sería devastador en tierra, mientras que en el océano podría causar un gran tsunami.
Los planetas son bombardeados con mucha frecuencia por pequeños asteroides que no son más que material residual de la formación de los planetas. Por ejemplo, la superficie de la Luna está plagada de cráteres, pero en la Tierra no se aprecian estas cicatrices porque la atmósfera los detiene y, si llegan a superarla, la vegetación o los fenómenos meteorológicos son capaces de borrar su huella.
En general, alguno de los objetos próximos a la Tierra (más conocidos por su acrónimo en inglés NEO, Near Earth Object) suele aproximarse a la Tierra cada 40 años, pero sólo choca cada 1.200, según la NASA. Los científicos piensan que una enorme roca de unos 10 kilómetros de diámetro chocó contra el planeta hace 65 millones de años y provocó la desaparición de los dinosaurios, pero es un suceso absolutamente excepcional.
El proyecto Don Quijote
Sin embargo, los científicos trabajan en la posibilidad de actuar para desviar un NEO que en el futuro amenace el planeta. En este sentido, destaca el proyecto Don Quijote, llevado a cabo por el ingeniero aeronáutico español Miguel Belló-Mora, experto en cálculos de dinámica orbital. Su compañero de Deimos Space Fernando Pina explica que consiste en “hacer impactar una sonda de casi 1.000 kilos a una velocidad de 80.000 kilómetros por hora contra el asteroide”. Esta acción, la preferida por Europa, permitiría desviar la trayectoria de objetos de unos 500 metros.
En Estados Unidos, la principal idea pasa por el uso de la energía nuclear. Explotar una bomba colocada en el asteroide o muy cerca de él haría que la onda expansiva desviase su trayectoria. Otras opciones pasan por colocar una gran masa cerca del asteroide para moverlo por atracción gravitacional o emplear un haz de iones, algo que estudia actualmente la Universidad Politécnica de Madrid.
La misión de 2016
La NASA tiene varios programas en activo para el descubrimiento de asteroides y cometas. Este tipo de programas pertenece a una red de proyectos llamados Spaceguard cuya misión es descubrir objetos y determinar si alguno podría ser potencialmente peligroso para la Tierra.
En 2016 la agencia espacial americana tiene previsto poner en marcha la misión OSIRIS-REx (Origins Spectral-Interpretation Resource-Identification Security Regolith Explorer), que se dirigirá a la roca 1999 RQ36 para recoger y llevar a la Tierra muestras de un asteroide por primera vez.