Salud España , Valladolid, Jueves, 12 de mayo de 2005 a las 17:44

El 30% de los castellanoleoneses sufre algún tipo de miopía, hipermetropía o astigmatismo

El profesor Javier Merayo Lloves inaugura las charlas 'Ándate con ojo' en el Museo de la Ciencia de Valladolid

Beatriz G. Amandi/DICYT El Museo de la Ciencia de Valladolid acoge hoy jueves una charla, a partir de las 19:00 horas, en la que el profesor e investigador del Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA), Jesús Merayo Lloves, explicará los tratamientos, limitaciones y soluciones para los problemas de la vista derivados de defectos en la refracción, como son la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, que afectan a un 30% de la población castellanoleonesa.

En declaraciones a DICYT, Merayo ha explicado que, en la actualidad existen dos tipos fundamentales de tratamiento para estas dolencias: uno a través de laser excimer y otra a través de la cirugía tradicional. Ambas serán explicadas en su charla, que está patrocinada por el laboratorio Alcon y que inaugura el ciclo de conferencias que el IOBA dará en el Museo bajo el título de Ándate con ojo.

En este sentido, explicó que el 80% de las operaciones que se realizan son de miopía, y que antes de someter a un paciente a una operación, ya sea con láser o con cirugía, es necesario comprobar que no padece enfermedades inmunológicas o de la piel, así como infecciones que puedan impedir una buena cicatrización de las heridas que se puedan provocar durante la intervención.

El experto apunta que las operaciones de láser son las que más se realizan en la actualidad, aunque hay casos en los que no se puede corregir del todo la dolencia con este método y es necesario recurrir a la cirugía tradicional. Según explicó, el láser excimer empleado en cirugía refractiva permite tallar la cornea para que las imágenes se enfoquen bien con una gran precisión, predictivilidad y seguridad, lo que hace que sea el preferido en las intervenciones.

Sin embargo, esta técnica tiene sus limitaciones, y cuando se trata de un casos con muchas dioptrías es necesario combinar el tratamiento con cirugía, de modo que se implantan unas lentillas intraoculares en la parte anterior el ojo, que completan la corrección necesaria para que el paciente recupere una visión nítida.

El láser excimer

El láser más empleado en la cirugía de los ojos es el excimer, que está lo suficientemente avanzado para que su empleo no produzca daños en la zona ni calentamiento de la misma que pueda provocar heridas no deseadas.

Se trata de un láser que refleja la energía producida por una reacción producida al mezclar un gas noble con un compuesto inestable. Esta reacción da como resultado la creación de moléculas inestables, que al volver a su estado normal de estabilidad liberan o producen energía. Esta energía es la que se aplica de manera discontinua en la zona que se desea modificar de la cornea, hasta que el tejido se volatiliza sin producir daños en su alrededor.

 

La prevención  
Según explicó el doctor Merayo, las actuales líneas de investigación están centradas en conseguir más seguridad en las aplicaciones del láser, así como mayor precisión en los software que se emplean en cirugía y en las herramientas que se emplean. Sin embargo, otra línea importante de trabajo se abre con los recientes estudios que demuestran que las dolencias derivadas de defectos de refracción en el ojo tienen diferente incidencia dependiendo de las zonas del mundo, lo que implica que hay elementos externos que influyen en que aparezcan o no miopías, astigmatismos e hipermetropías.

Estos estudios muestran, por ejemplo, que hay zonas de Japón donde la tasa de miopes alcanza el 75% de la población, mientras que otras partes del mundo, como Nepal, solo presenta casos en un 1% de la población.

El IOBA investiga en estos momentos, para conocer mejor qué elementos son los detonantes de que estas dolencias aparezcan y, en algunos de sus experimentos más recientes con pollitos, han demostrado que sometiéndolos a desenfoques en sus ojos, los pollitos desarrollan 18 dioptrías en dos semanas.

Merayo trabaja en esta investigación, que aún está en marcha y asegura que se puede intentar mejorar la salud de los ojos previniendo situaciones en las que el enfoque sea malo. Así, aconseja que los profesionales que deban trabajar enfocando puntos fijos, que traten de mantener posturas adecuadas frente a esos puntos y que tengan una adecuada iluminación. También aconseja que se parpadee mucho para evitar que se reseque el ojo.