Desarrollan un tratamiento contra la hipertensión a partir de la uva País
CONICYT/DICYT Más de 200 años caracterizan la historia de la cepa País, una variedad de uva que llegó en el siglo XIX junto al arribo de los españoles. Hoy el proyecto Fondecyt guiado por la profesora Katherina Fernández, busca darle nuevos usos medicinales a dicho fruto.
Un grupo de investigadores del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Concepción, liderado por la doctora Katherina Fernández, está desarrollando mediante un proyecto del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico –Fondecyt- dependiente de CONICYT; una investigación centrada en la producción de extractos de uva País con potenciales efectos terapéuticos para combatir la hipertensión arterial.
Evaluation of novel technologies for the extraction, purification and stabilization of natural proanthocyanidins: functionalized as possible phytodrug; es el nombre del proyecto Fondecyt, cuya investigación se realiza durante el plazo 2012-2015, y tiene un costo de financiamiento de $137 millones.
Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en el mundo. Dentro de ellas, la hipertensión arterial es una de las más comunes.
El tratamiento actual de esta patología consiste en la administración de fármacos que permitan mantener la presión arterial en rangos normales, sin embargo, los efectos colaterales y el alto costo de estos fármacos, han llevado a buscar nuevas alternativas para el tratamiento de esta enfermedad.
Según la Ingeniero Civil Químico, Katherina Fernández, “la uva País, es una variedad ancestral de Chile, cultivada en la Región del Biobío que tiene actualmente una limitada valorización dentro de los productores de uva, debido a la baja calidad del vino que produce. Sin embargo, su alto contenido de flavanoides- una familia de polifenoles- hacen de esta uva una atractiva fuente de componentes bioactivos”.
Los licores elaborados en base a esta variedad son: el vino de mesa, chicha y aguardiente, los que durante muchos años fueron tildados de mala calidad debido a las condiciones básicas de producción, que no permitían obtener un producto que apuntara a mercados más exigentes.
Sin embargo, este escenario poco alentador cambió, pues el proyecto dentro de las necesidades que satisface la investigación, contempla aumentar el valor agregado de esta materia prima, beneficiando a miles de pequeños productores que aún conservan cultivos de esta cepa.