Consumo y comercio ilegal de su carne afectan a la tortuga hicotea

UN/DICYT Las tortugas son extraídas fundamentalmente para el consumo y comercialización ilegal de su carne y en menor proporción para el aprovechamiento de sus huevos y neonatos. Ésta es una de las consideraciones a las que se llegó en un trabajo de la Universidad Nacional de Colombia y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), que en el 2009 estableció un plan de manejo orientado al uso sostenible de la tortuga hicotea en el país, en el marco del Plan Estratégico Nacional para la Recuperación de Especies Silvestres Amenazadas.

Éste se desarrolló entre las dos instituciones, “es muy distinto a los otros puesto que en el Ministerio hay muchos planes dirigidos hacia la conservación, pero no relacionados con el uso sostenible”, aclaró a la Agencia de Noticias UN la profesora María Argenis Bonilla, del Departamento de Biología.

De esta forma, la Universidad como socio estratégico en el desarrollo del plan y de los lineamientos estratégicos, sumado a su capacidad y conocimiento del tema, se convierte en actor clave para dar continuidad en el cumplimiento de las metas y objetivos en pro del uso sostenible y la conservación de las dos especies de tortuga hicotea en sus áreas de distribución.

El trabajo busca luchar contra dos situaciones que atentan contra la supervivencia de la especie. Por un lado, la población de tortugas está afectada por su excesiva extracción y por el detrimento de su medio natural, lo cual podría llevarlas a una situación de amenaza. De acuerdo con la profesora Bonilla, “la hicotea es una de las tortugas más sometidas al tráfico ilegal, especialmente en el periodo de Semana Santa hay una alta extracción en el medio de adultos y huevos, debido a que es la época de la postura. Además, hay una creencia de la gente de que se trata de carne blanca y con esto aumenta considerablemente su consumo”.

Consumo de carne y huevos

La hicotea es perseguida, principalmente, para el consumo de carne y huevos. Asimismo, gran parte de las especies son comercializadas para el mercado de mascotas en grandes ciudades. En algunas zonas “los caparazones son utilizados como componente de sales mineralizadas para el ganado por ser una excelente fuente de calcio”, expone el documento interinstitucional en sus consideraciones sobre la extracción y comercialización.

Distintos métodos son empleados para la captura de la tortuga, los más intensivos son la racita y el anzuelo. A estos se suman la apaleada de agua, el uso de trasmallo, chuzo, braceo, perros y la quema de playones. En distintos municipios de los departamentos de Córdoba, Sucre, Atlántico, la región del Canal del Dique, Magdalena y en el sur de Bolívar se concentra esta actividad.

De acuerdo con datos de las CAR y de la subdirección de Ecosistemas del Ministerio de Ambiente, en el periodo 1998-2009 se han decomisado en total 104.507 especímenes. Para el 2009, la hicotea se consolida como el reptil que más se incauta en los operativos de decomiso de especímenes en la región de la costa Caribe.

En septiembre del 2011 se firmó un convenio entre el Ministerio de Ambiente y la UN, a través de la Facultad de Ciencias, que será ejecutado por el Grupo de Investigación en Biología de Organismos Tropicales, como una fase II en la que se plantea la implementación del plan trazado en el 2009.

Los departamentos del Caribe colombiano, incluyendo La Guajira, Chocó, Antioquia, Santander del sur y Bogotá son las áreas de intervención de dicho proceso.

Fases futuras

Según Bonilla, hay tres ejes clave en esta nueva fase: primero, “la capacitación a las autoridades involucradas, en el manejo de los decomisos y en conocimientos de las especies de tortugas silvestres de aguadulce y terrestres de Colombia”. Entre las autoridades identificadas se encuentran: Corporaciones Autónomas Regionales, la Policia Nacional (Dijín, Dijín Interpol, Sijín, Policía de Carabineros y Policía Ecológica y Ambiental), Parques Nacionales, Secretarías de Ambiente (de las zonas relacionadas con el área de extracción o acopio, así como Bogotá y el Valle de Aburrá).

Segundo, “desarrollar una modelación de la red de tráfico, para identificar los puntos centrales donde se hace acopio y se extraen las tortugas. Establecer los puntos más débiles y más fuertes de la red para hacer recomendaciones a la Policía, con el fin de ejercer control y desarticular la red”, planteó la profesora.

Y, finalmente, un tercer elemento, referido a “la definición de protocolos para el estudio de la dinámica poblacional y de la ecología de la reproducción de los individuos”, concluyó la docente.