Alimentación Costa Rica , Heredia, Miércoles, 30 de marzo de 2011 a las 11:07

Colombia y las Antillas, potenciales focos de maremoto en Costa Rica

Sismos en Colombia o un evento volcánico en las Antillas son los únicos que podrían afectar el Pacífico y Atlántico del país con un maremoto

UNA/DICYT Aunque se habla hasta la saciedad de que el esperado terremoto de Nicoya originaría un maremoto del tamaño similar al de Sumatra en el 2004 o Sendai en Japón, los estudios científicos catalogan ese hecho como de baja probabilidad. Sin embargo, un terremoto en las aguas del Pacífico colombiano o la erupción de un volcán en las islas del Caribe podrían producir una ola gigantesca que tendría como punto de impacto las costas costarricenses.

Así lo explicó Javier Pacheco, sismólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica de la Universidad Nacional (OVSICORI-UNA), quien precisó que en el caso de los terremotos en la costa de Colombia el patrón de radiación de la onda maremoto apunta directamente a todo el Pacífico de nuestro país, pero insistió que de darse esa probabilidad sería como resultado de un macrosismo (sismo superior a los 8 grados).

Pacheco destacó de presentarse la alerta de un maremoto originado en aguas colombianas, en Costa Rica tendríamos cerca de una hora y treinta minutos para evacuar la zona. Según el investigador los registros históricos indican que el único evento que produjo un oleaje grande en las costas de Costa Rica, ocasionando algunas inundaciones, fue el macrosismo ocurrido en Colombia en 1906.

Si creemos que nuestro país es vulnerable a los maremotos solo por el Pacífico; la costa Atlántica no se queda atrás. El investigador del OVSICORI-UNA comentó que se debe tener presente que el Caribe es una zona llena de islas volcánicas muy activas ubicadas en las Antillas Menores como por ejemplo Guadalupe y Montserrat, por lo que una explosión de esos volcanes podría generar un maremoto similar al de Krakatoa, repercutiendo seriamente en el Caribe costarricense.

No así a la inversa, dado que la deformación en el Caribe tico y panameño es muy pequeña comparada con el de las Antillas Menores. Por ejemplo, tras el terremoto de Limón y otros ocurridos en Panamá en 1991, se originó un maremoto de tamaño poco relevante a lo interno de la costa costarricense.

Pacheco recalcó que no se pueden comparar los hechos históricos con el presente, ya que tiempo atrás nuestro país estaba rodeado por vegetación y manglares que son los protectores naturales contra ese tipo de fenómenos. Ahora en cambio existen grandes ciudades costeras que ante un eventual maremoto presentan un alto grado de vulnerabilidad.