Ciencia México , Baja California, Miércoles, 16 de marzo de 2011 a las 10:28

Científicos de México y Costa Rica crearán un observatorio de tsunamis en el Pacífico

El CICESE advierte de la necesidad de formar especialistas y junto con la Universidad de Costa Rica instalará un centro en la Isla del Coco

CICESE/DICYT La necesidad de renovar cuadros y formar nuevos especialistas en tsunamis y en sismología fue advertida por el director general del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), Federico Graef Ziehl, al tiempo que anunció tener listo el estudio de factibilidad que propone la creación de la llamada Red Nacional de Observatorios Ambientales (RENOA), que integraría no solamente el monitoreo de nivel del mar y sismos, sino también de otras variables físicas, químicas y biológicas.


Cuestionado respecto a qué tiene considerado hacer el CICESE para apoyar la investigación y estudio de los tsunamis, señaló que especialistas como Modesto Ortiz Figueroa, Salvador Farreras Sánz y Cuauhtémoc Nava Button, quienes tienen más de 20 años trabajando en el tema, han estado tratando de “bajar” fondos -junto con gente del CENAPRED (Centro Nacional de Prevención de Desastres)- para continuar operando el sistema de alerta de tsunamis que a lo largo de estos años se ha instalado en los puertos mexicanos, y tener así mejores datos.
 

Dijo que si bien el estudio de desastres naturales es una de las prioridades institucionales, lo verdaderamente preocupante es “que no estamos renovando cuadros. ¿Cuántos expertos en tsunamis tiene México? Los podemos contar con una mano. ¿Y cuántos estudiantes tenemos? No hay muchos, y esa es una circunstancia que preocupa. Vemos la misma situación en sismología. No sé cuál sea la razón, quizá no hemos sido lo suficientemente atractivos, pero al final del día México es un país que está expuesto a estos dos fenómenos y uno se pregunta ¿por qué no hay más gente que se involucre en estos temas?”


El director del CICESE, consideró necesario aprovechar esta clase de eventos para fomentar el interés por estos temas y lograr que los muchachos que están empezando sus carreras, ingresen a una maestría o a un doctorado. “Ni modo, pero es la forma de atraer nuevos cuadros”.


Respecto a los aspectos positivos y negativos que dejó la experiencia del tsunami, ponderó la responsabilidad y disposición que mostró el Dr. Modesto Ortiz Figueroa para venir a trabajar a medianoche, modelar el evento y tener así una idea del efecto que podría tener en las costas mexicanas horas después.


A su vez, agregó, ese trabajo permitió, con horas de anticipación, tener un pronóstico de la propagación y evolución del tsunami en el océano Pacífico, el cual establecía que para las costas mexicanas, dependiendo del lugar, iba a tener una amplitud máxima entre uno y dos metros, a determinada hora.


Eso facilitó que Protección Civil emitiera una alerta en toda la costa del país, apoyándose en el resultado y las consideraciones del Dr. Modesto Ortiz, respecto a tomar precauciones pero sabiendo que no se iba a tratar de una cuestión de peligro.


También evaluó como positivo el involucramiento de las autoridades locales. “El gobernador (José Guadalupe Osuna) estuvo aquí en el CICESE monitoreando (el evento) junto el presidente municipal (Enrique Pelayo), el comandante de la Segunda Región Naval (Santos Humberto Gómez) y tu servidor. En tiempo real recibíamos las mediciones del (instrumento del CICESE instalado en el) puerto, y también corroborando las mediciones que tiene la Secretaría de Marina, que son iguales (milímetros de diferencia). Eso fue muy positivo. Y también la respuesta de los medios de comunicación, en el sentido de estar cerca de la fuente con mayor información, la más verídica, la de mayor sustento científico del país. Eso es algo muy positivo y necesitamos seguir trabajando así para avanzar”.


Respecto a las experiencias negativas, se refirió a las imágenes catastróficas que se podían ver en la televisión nacional de lo que acababa de pasar en Japón. “Hay que tener en cuenta que no todos saben lo que es un tsunami ni cuáles son sus consecuencias. Mucha gente se asustó al ver esas imágenes porque pensaba: ‘si eso está pasando en Japón, también a nosotros nos va a pasar…’ ¿Y cómo combatir esto? Pues informando a la gente con el sustento científico y tecnológico que tenemos.”


En otro orden de ideas, informó tener listo el estudio de factibilidad que propone la creación de la Red Nacional de Observatorios Ambientales (RENOA). Confió en que, pese al reciente cambio en la dirección general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), se dé continuidad a esta iniciativa y podamos ver en un futuro cercano la creación de esta red.


Observatorio de tsunamis en isla del Coco, Costa Rica


Como resultado de la colaboración entre el CICESE y la Universidad de Costa Rica (UCR), se elaboró una propuesta para instalar un observatorio de tsunamis en la isla del Coco, localizada a 500 km de Costa Rica, y que resulta un lugar estratégico para la detección temprana de tsunamis y de su potencial destructivo en las costas continentales de Centroamérica y el litoral del Pacífico mexicano.


Esto lo informó el Dr. Modesto Ortiz Figueroa, investigador del Departamento de Oceanografía Física del CICESE, quien señaló que para la instalación de este observatorio de alta frecuencia del nivel del mar, se aprovecharía la infraestructura y las instalaciones de cómputo y comunicación en tiempo real con las que opera ahí la Red Sismológica Nacional de Costa Rica.


El investigador dijo que el equipo que se pretende instalar en la isla del Coco fue diseñado en el CICESE en 2004, y consta de un sensor de presión que detecta variaciones en el nivel del mar de hasta 2 milímetros (cuando el instrumento se instala a 100 metros de profundidad). No tiene baterías ni memoria, sino que la corriente eléctrica se le suple mediante un cable de hasta un kilómetro de longitud que, además, permita la comunicación con una computadora, la cual envía los datos vía internet.


Diferenció la manera en que opera una red de observatorios de tsunamis y una red mareográfica. La primera registra datos del nivel del mar en cada localidad mediante la observación permanente de su variación. En contraste, el observatorio de tsunamis observa variaciones relativas de alta frecuencia en el nivel del mar, en periodos de minutos a horas. Además, como el sensor de presión para observar tsunamis está conectado mediante un cable acorazado al equipo transmisor, puede seguir funcionando en caso de inundación, a diferencia de un mareógrafo instrumentado, que deja de operar cuando se inunda (generalmente se instalan en muelles).


La propuesta para instalar este instrumento será presentada por la embajada mexicana en el marco de la colaboración México-Costa Rica-JICA.