Salud España , Salamanca, Martes, 07 de febrero de 2006 a las 19:27

Científicos del Centro del Cáncer analizan los factores moleculares del envejecimiento prematuro

El investigador Alberto Martín Pendás impartirá el próximo jueves día 9 de febrero una charla sobre el síndrome de Hutchinson-Gilford

AVPR/DICYT El investigador del Centro del Cáncer de Salamanca, Alberto Martín Pendás, impartirá el próximo jueves día 9 de febrero una charla destinada a expertos en la que analizará los avances conseguidos por su equipo de investigación en el estudio de la sustancia conocida como prelamina A y sus implicaciones en los procesos de envejecimiento prematuro, como es el síndrome de de Hutchinson-Gilford. El acto se desarrollará apartir de las 12:30h. en el salón de actos del instituto de investigación salmantino.

La investigación desarrollada por el grupo de investigación al que pertenece Martín Pendás se encuentra en la misma línea que las de otro grupo científico español, el del profesor del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo Carlos López Otín, cuyo trabajo ha permitido establecer nuevas conexiones entre el envejecimiento y los mecanismos de supresión tumoral mediados por la proteína p53.

Las pruebas desarrolladas por ambos investigadores parecen demostrar que la proteína p53 encargada de iniciar la reparación de determinados daños genéticos desencadenantes de procesos tumorales es responsable también del control del envejecimiento celular. En este sentido, el investigador Martín Pendás se ha centrado en estudiar cómo la acumulación de la proteína prelamina A en la membrana del núcleo celular es la causa principal del desarrollo de distintos síndromes de envejecimiento prematuro como es el síndrome de de Hutchinson-Gilford, cuyas consecuencias son especialmente impactantes porque la mayor parte de los pacientes afectados son niños.

Según las hipótesis que en estos momentos barajan los investigadores, la aplicación de estrategias genéticas dirigidas a evitar la acumulación de prelamina A permite corregir estos síndromes de envejecimiento en ratones, aunque aún habrá que esperar para poder iniciar ensayos clínicos que determinen su eficacia en seres humanos.