Alimentación España , España, Viernes, 29 de julio de 2011 a las 19:01
CAMPUS CIENT脥FICO DE VERANO DE LA USAL: REPORTAJES DE LOS ALUMNOS

Biocombustible m谩s ecol贸gico desarrollado en C贸rdoba

Reportaje realizado por las alumnas Elvira Ure帽a y M陋 del Mar Aparicio dentro de las actividades desarrolladas en el Campus Cient铆fico de Verano de la Universidad de Salamanca

Los Campus Científicos de Verano son una actividad organizada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) para los alumnos más brillantes de 4º de ESO y 1º de Bachillerato de toda España. Se desarrollan en las universidades que forman parte de algún Campus de Excelencia Internacional, entre ellas, la Universidad de Salamanca, donde coordina la actividad la Unidad de Cultura Cientítica (UCC) de la institución académica. Dentro de las actividades propuestas, los alumnos han realizado un taller de periodismo científico y el siguiente reportaje ha sido uno de los tres seleccionados del segundo turno.

 

Elvira Ureña y Mª del Mar Aparicio/DICYT Como alternativa a los combustibles fósiles tradicionales, han nacido una serie de biocombustibles, como el biogás o el bioetanol que prometen acabar con los problemas causados por sus antecesores, disminuyendo así la dependencia del petróleo y las emisiones de efecto invernadero , como son el monóxido de carbono y los hidrocarburos volátiles, en el caso de los motores de gasolina, y las partículas, en el de los motores diesel. Y lo mejor que el costo no es superior al de los otros tipos de combustible tradicionales. La producción de biodiésel supone una alternativa en el uso del suelo que evita los fenómenos de erosión y desertificación a los que pueden quedar expuestas aquellas tierras agrícolas que, por razones de mercado, están siendo abandonadas por los agricultores.

 

En el proceso de formación de estos combustibles cobra importancia una reacción llamada transesterificación que consiste en la transformación de los triglicéridos (constituidos por glicerina y ácidos grasos) en biocombustibles por contacto con el alcohol. Los ácidos grasos pueden provenir de distintas plantas, cuyo suelo de cultivo actualmente ocupa gran cantidad de superficie que se podría utilizar para el cultivo de otros productos alimenticios. Por este hecho los biocombustibles han sido muy criticados por las sociedades ecologistas. Otro problema de los biocombustibles es que en la transesterificación a escala industrial se introducía sosa caústica además de metanol y los aceites vegetales propios de cada biocombustible, lo que producía que un 25% del producto obtenido fuera glicerina dañina para los motores que necesitaba ser retirada. Para ello se utiliza gran cantidad de agua que además salía contaminada con hidróxido sódico utilizado para acelerar el proceso de producción industrial. La producción de biocombustible de esa forma ha reducido en gran medida la dependencia de los combustibles fósiles en el planeta. Pero como hemos visto también existen grandes desventajas en su producción.


Actualmente se están llevando a cabo muchas investigaciones por todo el mundo para solucionar estos problemas. Por ejemplo en el departamento de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba (UCO), un equipo de investigadores liderados por Diego Luna ha publicado en la revista Catalysis Today el prototipo de un nuevo biocombustible que soluciona el problema de la producción de glicerina gastando mucha menos agua en su producción.


La investigación comenzó sustituyendo la sosa caústica que se utiliza para aligerar el proceso de transesterificación por una lipasa pancreática del cerdo. Las lipasas son enzimas que descomponen la grasa vegetal que se utiliza para la fabricación de los biocombustibles. La patente de esta enzima pertenece también a la Universidad de Córdoba. El principal problema que surgió a partir del uso de esta enzima pancreática es su poca disponibilidad y su alto coste de producción que hacen que no sea viable su producción en masa, por lo que este biocombustible tendría poca salida a nivel industrial. A partir de esto, los investigadores de cordobeses se pusieron manos a la obra para buscar otra lipasa que tuviera propiedades energéticas similares y que fuera más barata que la del cerdo.


Resultó que la lipasa adecuada es una de las enzimas que intervienen en la fabricación del pan. Esta es mucho más barata y accesible que la anterior lo que la hace más adecuada para su producción a gran escala y su posterior utilización en el proceso industrial de fabricación de biocombustible.
Esperamos que en poco tiempo se produzcan más avances en torno a esta investigación y que algún día encontremos vehículos propulsados por este nuevo, y más ecológico biocombustible.